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Por Claudio Álvarez Dunn *
Bogotá, Colombia, 5 de marzo de 2025.- La orquesta está tocando un nuevo baile y Europa no se quiere quedar fuera del concierto mundial. Lo que está sucediendo en el mundo es importante y enfrentamos un momento cumbre de nuestra historia porque el propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está reconociendo el giro de un estado unipolar a un estado multipolar.
La realidad de cómo se llegó hasta el momento actual es compleja. Obviamente había salidas negociadas a la guerra en Ucrania que el expresidente de EE.UU., Joe Biden y el inglés Boris Johnson sabotearon en 2022 e instigaron a Volodímir Zelenski, el actor, comediante, abogado y actual presidente de Ucrania, a trancarse y armarse para combatir con Rusia. Todo como parte de la estrategia de Biden, dentro de la doctrina imperialista, de tratar de mantener la hegemonía unipolar mundial que los estadounidenses ya no tienen cómo sostener.
Ahora los Estados Unidos reconocen, por primera vez, que ya no son los únicos mandamás de este planeta (unipolaridad), sino que ahora reconocen oficialmente la existencia de China y Rusia como polos de igual poder global (multipolaridad).
Un reciente análisis del economista colombiano Felipe Priast explica que los principales damnificados en este reconocimiento oficial son los europeos, a quienes Trump deja por afuera de sus cuentas de poder global, lo que explicaría, grosso modo, lo que ha pasado en las últimas semanas.
“Ahora, Europa no se quiere quedar por fuera… ellos todavía quieren proyectar su poder sobre el mundo, y de ahí que se estén agarrando de la Guerra de Ucrania para seguir siendo relevantes. Lo que hemos estado viendo por televisión estos últimos días es el afán desesperado de los europeos de seguir siendo relevantes en el concierto mundial, sin tener con qué. Militarmente hablando, Europa es un desastre. Ni Francia, ni Gran Bretaña ni Alemania, y mucho menos Italia, España o Países Bajos, están en estos momentos en capacidad de organizar dos divisiones acorazadas o de infantería, enviarlas a Ucrania y avituallarlas en el frente de batalla. Todo ese cuento de enviar una fuerza de “seguridad” a Ucrania para garantizar la seguridad de los ucranianos es puro cuento porque ninguno de esos países tiene un ejército para cumplir sus promesas. La realidad es que Europa ha vivido mantenida durante casi 80 años en cuestiones militares, siempre dejando que los norteamericanos se encargaran de su seguridad. La OTAN es Estados Unidos y Europa ahora vale nada”, reflexiona el autor.
Y en momentos en que los Estados Unidos amenazan con abrirse de la OTAN para perseguir sus propios objetivos globales, todo el aparato europeo de defensa se derrumba porque Europa no está en capacidad de hacerle frente a Rusia ni a otro enemigo de valía. Ante esto, “los europeos, que son unos instigadores y unas serpientes de miedo, están usando la guerra de Ucrania para forzar a los norteamericanos a que sigan defendiéndolos, cuando a Estados Unidos ya no le interesa Europa porque el eje multipolar definido por Estados Unidos, Rusia y China se mueve en el este, en Asia. En otras palabras, los americanos quieren empacar sus maletas, dejar Europa y aterrizar en Asia, que es en donde se va a librar la nueva lucha de poder global. Los europeos no quieren eso, quieren que “papá Estado Unidos” siga en Europa pagando por su defensa, para que ellos sigan gastando en inversión social y en bienestar social, pero los americanos ya se cansaron de esa “tumbada” de los europeos y los están mandando al demonio”.
En esas circunstancias, el caballito de batalla sería la Guerra en Ucrania, guerra que los europeos están utilizando para obligar a que los estadounidenses se queden en Europa y les continúen brindando seguridad gratis. “Pero Trump no es un idiota, nunca lo ha sido, y en este gobierno todo el mundo sabe cuáles son las intenciones de los europeos, y no les están comiendo cuento. Trump recibió a Emmanuel Macron (presidente de Francia), y luego a Keir Starmer (primer ministro del Reino Unido), y todo bien, las visitas pasaron sin sobresaltos porque estos dos estadistas supieron manejar sus respectivas reuniones con diplomacia. Pero el ladino de Zelenski fue a Washington con la intención de sabotear a Trump y obligarlo en público a que apoyara a Ucrania con garantías de seguridad, pero Trump y Vance se dieron cuenta de sus intenciones y lo pararon en seco. Eso fue lo que vimos en televisión. Ahí no hubo emboscada como dicen algunos medios, ni fue que lo «humillaron”, explica Priast.
La visita de Zelenski solo tenía un propósito: firmar el acuerdo de minerales raros con Trump, acuerdo que implicaría una inversión norteamericana en Ucrania que impediría que los rusos se metieran en el país más adelante. Es decir, la firma del convenio de minerales raros era la garantía de seguridad que pedía Zelenski.
Pero Zelenski y los europeos tenían otros planes según este analista. “Lo que ellos querían era una garantía de seguridad militar por parte de los americanos donde se dijera que en caso de una violación de cese al fuego, los americanos intervendrían para proteger a las tropas de la OTAN, protegiendo la seguridad de Ucrania, una garantía que los Estados Unidos no quiere dar porque eso los pondría de inmediato en conflicto directo con los rusos, una potencia atómica. En otras palabras, los europeos le pusieron una trampa a Trump, y Trump los desenmascaró. En un potencial cese al fuego entre Rusia y Ucrania cualquier vaina puede pasar, y casi con seguridad los ucranianos iban a sabotear el cese al fuego con algún falso positivo, obligando a los rusos a responder y forzando a los americanos a intervenir para responder a la respuesta rusa. Esa es la trampa, y ni los gringos ni los rusos cayeron en ella. Por eso fue por lo que Trump echó a Zelenski de la Casa Blanca, y por eso lo humilló en público”.
En los primeros 40 minutos de la conferencia de Trump y Zelenski todo iba bien y parecía que el ucraniano iba a firmar el acuerdo de minerales raros y se iba a ir con la garantía que ese acuerdo suponía, pero ese político ladino sabía que tenía que sabotear la conferencia, quizá porque así lo habría instruido Starmer, quien es el que estaría manejando los hilos de esta trampa. “Los últimos 10 minutos de la conferencia Zelenski los utilizó para enumerar las atrocidades de Rusia contra Ucrania, lo cual no era el propósito de la visita, y ahí fue cuando Trump y Vance se le fueron encima y lo pararon en seco. Trump quiere una paz duradera y Europa lo que quiere es una derrota estratégica de Rusia, cuando Rusia está ganando en el campo de batalla. Es decir, ¡Europa lo que quiere es que Rusia pierda cuando está ganando!, lo que demuestra ustedes la intoxicación e insolencia de Europa. Rusia ha derrotado a la OTAN en el campo de batalla y los europeos se rehusan a aceptar esta derrota y quieren ganarla en el papel, con un acuerdo que ni los americanos ni los rusos van a aceptar”, advierte el autor al tiempo que apunta a que ese acuerdo que Francia y Gran Bretaña están cocinando para pasárselo a los gringos no va a ser aprobado por los norteamericanos, ni por los rusos.
Priast asegura que no habrá “garantías de seguridad” de ningún tipo, excepto el acuerdo comercial de explotación de minerales raros, ni Ucrania va a acceder a la OTAN. Tampoco van a haber tropas de la OTAN en Ucrania garantizando la seguridad de ese país porque los rusos no van a aceptar ese arreglo. “A menos que esté muy equivocado, Zelenski tiene sus días contados. No solo es un traidor sino que además es un corrupto degenerado. Se calcula que se ha robado unos 100 millones de dólares de lo mucho que Estados Unidos y Europa le han dado a Ucrania ($350 billones de dólares los Estados Unidos y otros $150 billones Europa), eso para no decir que los corruptos militares ucranianos han estado vendiendo muchas de las armas que los americanos les están dando en el Mercado Negro, al punto de que carteles mexicanos tienes fusiles entregados a Ucrania en esta guerra, algo que tiene a Trump con la piedra afuera porque Claudia Sheinbaum (presidenta de México) se lo hizo ver en la conversación telefónica que tuvieron, dejándolo mal parado. ¿A cuenta de qué los gringos le van a guapear a los mexicanos con el cuento de los inmigrantes y las drogas, cuando un aliado suyo (Ucrania) les está vendiendo armas a los cárteles mexicanos que meten esas mismas a drogas a Estados Unidos?”, denuncia.
Según el autor, Ucrania se ha convertido en un fuerte dolor de cabeza para Estados Unidos, pues no produce sino gastos, malas noticias y corrupción, por lo que se pregunta ¿cuál es el aliciente para seguir apoyando a esos nazis corruptos?
Ahora Zelenski, o quien asuma el mando en Ucrania, solo tiene dos caminos: seguir peleando sin ayuda militar de EEUU, lo que significa que aunque Europa le brinde alguna ayuda, sucumbirá ante Rusia y será más catastrófico para ellos, en un escenario en que pueden perder más de la mitad de su territorio en vez de un 15%-20% como está ahora. El otro camino es negociar con apoyo de la UE y tal vez EE.UU., renunciar a ingresar a la OTAN y aceptar las nuevas fronteras de facto, o sea que el Donbás, región que de todos modos es étnicamente rusa en su mayoría, se quede rusa al igual que Crimea. De esta forma, Ucrania al menos retiene la mayoría de su territorio y puede reconstruirse.
Desde la caída del Muro de Berlín, este es el momento más decisivo en la historia del mundo. El triunfo que supuso la victoria sobre el comunismo ha quedado borrado, y regresamos ahora a un mundo multipolar después de 80 años. Y Europa se está revolcando como gato boca arriba, dando la pelea porque no quiere quedarse por fuera del nuevo tinglado de poder mundial.
