Documentos recientemente divulgados demuestran que altos ejecutivos del Bank of America omitieron comunicar a los accionistas las importantes pérdidas de Merrill Lynch antes de adquirir la compañía por 50 mil millones de dólares en 2008.
Mientras que los accionistas confiaron en las proyecciones optimistas hechas por el banco, que anticipaban que el negocio reportaría ganancias, de hecho las pérdidas desembocaron en un rescate financiero de 20 mil millones de dólares procedente del dinero de los contribuyentes.
Los documentos presentados como parte de una demanda de los accionistas en un tribunal federal demuestran que los ejecutivos del Bank of America estaban al tanto de las pérdidas antes de la adquisición, e incluyen el testimonio del entonces director ejecutivo del Bank of America, Kenneth Lewis, que admitió haber recibido las estimaciones de pérdidas y que éstas no fueron incluidas en la documentación proporcionada a los accionistas.
Según los documentos, pocos días antes de la votación, ambas compañías determinaron que las pérdidas de Merrill para el último trimestre serían de 14 mil millones antes de deducir los impuestos.
Según se informa, el ex tesorero del banco habría advertido a otro funcionario del momento que no informar de las pérdidas podía configurar un delito.
