En una importante victoria de los indígenas estadounidenses, la Corte Suprema dictaminó que el gobierno debe rembolsar a las tribus por el costo de implementar programas federales tras aparentemente haberlos escatimado durante años.
Los navajos y otras tribus de indígenas estadounidenses habían presentado una demanda colectiva en la que acusaban al gobierno de haber retenido millones de dólares al imponer límites a los pagos para programas policiales, educativos y de otro tipo.
La Corte adoptó el fallo por cinco votos contra cuatro en un alineamiento poco convencional, ya que los magistrados conservadores Antonin Scalia y Clarence Thomas respaldaron el reclamo de las tribus.
