Por Milagros Lizárraga
El peruano americano Kenneth F. MacKenzie (más conocido como Kenny MacKenzie), piedra angular de la comunidad peruana en Los Ángeles y el Sur de California, fue el personaje principal del episodio conocido como “el ataque de 4 peruanos a Elvis Presley”, o “la ovacionada patada de karate de Elvis”.
La historia salió en los periódicos de EE UU, Perú, y muy probablemente fue cubierta a nivel mundial. Hay diferentes versiones de lo que sucedió, por lo que presentamos la versión de la fuente directa, del propio Kenneth MacKenzie, quien aclara que ni él ni nadie de su grupo había bebido de más, como algunos diarios mal informaron. Kenny MacKenzie nos cuenta cómo se dieron los sucesos:
“El 19 de febrero de 1973 fuimos un grupo de 12 muchachos y muchachas al hotel Hilton en Las Vegas, a ver a Elvis Presley. Era como la novena vez que íbamos. Todos los años en agosto se presentaba Elvis en ese hotel, y nosotros íbamos a verlo. Esa vez se presentó en febrero. La entrada costaba $15 dólares e incluía una copa de champán, pero para ver a Elvis de cerca, en la primera fila del centro, le dí al maitre del hotel una propina de $800.
Yo y mis amigos hemos sido admiradores de Elvis desde 1958, 1959 en Lima, Perú. El club de nosotros era “Rock Club Sokys de Lince”, admiradores de Elvis Presley. Yo organicé el viaje a Las Vegas, habíamos visto el show de Elvis Presley muchas veces y nos habíamos sentado siempre en el mismo lugar, adelante y al centro del escenario, por lo que pensé que Elvis nos conocía de vista. Durante el show Elvis se agachó para regalarle un pañuelo a una de las muchachas del grupo, y traté de darle la mano; para mí era un honor darle la mano a Elvis Presley; no terminé de estirar el brazo y alguien me agarró y me jalaron hacia el escenario, ya después he reaccionado que habían sido los guardaespaldas de Elvis.
A mi hermano Roberto y tres de los muchachos no les pareció bien que me hayan jalado y llevado por la fuerza, preocupados trataron de seguirme, pero no lograron subir al escenario porque Elvis Presley le dio una plancha de karate a mi hermano tirándolo fuera del escenario contra las mesas y sillas. Elvis Presley le puso una plancha, no puntapié, sino plancha (con el pie plano) en el pecho, ya de nuevo quisieron subir pero llegó toda la seguridad del hotel, la seguridad de Elvis, y los controlaron. No los dejaron subir al escenario.
Los guardias de seguridad de Elvis me metieron a un elevador y me llevaron a no sé qué piso, me metieron a uno de los cuartos del hotel y me hicieron sentar en un sillón, me comenzaron a rebuscar los bolsillos y me interrogaron mientras me tiraban cachetadas, no eran bruscas, eran medidas, para intimidarme. Me preguntaron de dónde había sacado el dinero que llevaba, yo les respondí que de mi trabajo, no era mucho, eran como $800 o $600. Me preguntaron en qué trabajaba; Las Vegas en esa época tenía una reputación que si tenías un problema, a veces te agarraba la mafia, te enterraban en el desierto y ya nunca se sabía más de ti; si no había cuerpo no había investigación. A mí me dio miedo, por lo que les contesté que era reportero ( se sabía que a los mafiosos no les gustaba meterse con la prensa ni la policía); me preguntaron para qué periódico trabajaba … yo dije “Ya me agarraron” pero rápido tenía que contestar y dije que era freelance. Yo no tenía armas, mis papeles estaban en orden, tenía poco dinero, estaba diciendo la verdad (salvo lo del trabajo). Acabó la interrogación y en eso tocan la puerta, abren, y era la policía, me imagino que ellos los llamaron. Me pusieron las esposas, me llevaron a la estación de policía y me pusieron en una celda.
Como a los 30 minutos un policía se acercó y me dijo “MacKenzie: Han pagado su fianza, puede irse” y me dejaron en libertad. Fui al cuarto del hotel que teníamos y ahí estaban todos los muchachos y muchachas, cuando yo les di las gracias por haber puesto la fianza y haberme sacado, me contestaron que no sabían que había estado preso, ni habían puesto ellos ninguna fianza. Entonces yo me imagino que la misma gente de Elvis Presley pusieron la fianza para que yo salga y para que esto se acabe, ellos habían hecho mal, no nosotros; si quedaba yo preso iba a ir a la corte y se iba a convertir en un problema para Elvis, no para nosotros, ya que violaron mis derechos civiles.”
Los diarios reportaron que Elvis Presley no presentó cargos contra los peruanos. Llegando de Las Vegas a Los Ángeles habían abogados esperando al grupo y les ofrecieron enjuiciar a Elvis Presley. “Yo no acepté ya que yo no tenía dinero para enjuiciar a Elvis” nos dice Kenny MacKenzie, quien al día siguiente recibió una llamada de su propio abogado quien le ofreció enjuiciar a Elvis Presley y que el pago por sus servicios saldría de lo que se gane en el juicio. Fue así como Kenny MacKenzie decidió poner una demanda a su ídolo Elvis Presley, lo cual fue noticia a nivel nacional.
Kenny MacKenzie nos comenta que muchas personas piensan que así fue como él hizo dinero, pero la verdad fue que no vieron un centavo del juicio ya que en aquella época, se debía servir en persona al demandado, y el empleado de su abogado que estaba a cargo de servir a Elvis Presley nunca pudo hacerlo, por lo que al año de no haber servido al demandado, según mandaba la ley, el caso se cerró.
MacKenzie nos da algunos nombres de los personajes de su grupo que estuvieron en el incidente en Las Vegas: Kenneth MacKenzie, quien trató de dar el apretón de manos a Elvis y terminó preso, su hermano Roberto MacKenzie, que recibió la plancha de karate en el pecho de Elvis Presley, Marcelo Elias, Miguel Espejo, Paul Picard, quien se había integrado a los “Sokys de Hollywood” a través de Roberto MacKenzie, ambos se habían conocido, junto con otros peruanos, cuando trabajaban en “Powering Gas Station”, gasolinera que estaba en las avenidas Fountain y Western en Hollywood, y que es ahora un terreno vacío. Paul Picard llegó a ser el manager general del “Hollywood Tropicana”, night club que abriese Kenneth MacKenzie años después y que hizo historia en Hollywood.
El emigrado peruano en EE UU, Kenny MacKenzie, abrió locales icónicos en Hollywood: El “Peruvian Room”, el “Hollywood Tropicana” y restauró el histórico nightclub “Florentine Gardens” donde Marilyn Monroe conoció a su primer esposo y donde fue la recepción de su primera boda, allí mismo fueron coristas Yvonne de Carlo y Bette Davis, entre otras.
MacKenzie no ganó su caso contra Elvis Presley, mas si ganó dos veces a la ciudad de Los Ángeles las batallas contra el Eminent domain que amenazaba con quitarle dos de sus establecimientos, el “Florentine Gardens” y el “Hollywood Tropicana”; convirtiéndose Kenny McKenzie, él mismo, en una leyenda en Hollywood y L.A.
El incidente de Elvis Presley con los 4 peruanos (en los periódicos de 1973 los nombres que aparecieron fueron: Kenneth Mackenzie, Roberto MacKenzie, Mario M. Martinez y Marcelo Elias) queda para la historia, tal vez ese choque con el Perú, a través de estos jóvenes emigrados peruanos, haya quedado también en la mente del rey del Rock and Roll quien estrenó al año siguiente del incidente de la “patada de Karate de Elvis en Las Vegas”, el “Inca Gold Leaf Jumpsuit”, el cual permanece como uno de sus más famosos atuendos.
Kenny MacKenzie finaliza diciendo: “Te digo la verdad, primeramente que no fue una patada fue una plancha. Una patada es un puntapié y puede ser hasta mortal, en Karate se usa el pie plano – por supuesto con fuerza- y tumbó a mi hermano Roberto contra las sillas. Elvis se portó muy bien, dijo “a estos los voy a botar pero no los voy a matar”, y en cuanto al dolor; para mi hermano Roberto también es un honor que Elvis le haya tirado un planchazo en el pecho. Elvis es el rey, y lo seguimos admirando. Fue el rey y siempre seguirá siendo el rey del Rock.”