Pintura del indígena Juan Diego postrado ante la virgen en el cerro del Tepeyac. Foto Google.
El presidente de Migración de los obispos de Estados Unidos insta al ‘respeto incondicional por la vida y la dignidad humanas’.
WASHINGTON, 12 de diciembre de 2023.- Hoy, la Iglesia Católica conmemora la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, declarada por primera vez “Patrona de las Américas” por el Papa Pío XII en 1946, título reafirmado posteriormente por San Juan Pablo II en 1999. El obispo Mark J. Seitz de El Paso, presidente del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), emitió la siguiente declaración:
“En Nuestra Señora de Guadalupe, encontramos a la madre de todas las madres: un puente amoroso entre mundos y pueblos que unifica a través de su abrazo maternal. Al elegir aparecerse a San Juan Diego, un hombre caracterizado por sus orígenes nativos y su modesta posición en la vida, ella nos revela que el amor de Dios trasciende las fronteras, naturales y artificiales, para la salvación de todos.
“Como católicos, afirmamos y defendemos el respeto incondicional a la vida y la dignidad humana, sin importar las circunstancias. Las recientes propuestas políticas que socavarían el respeto por la santidad de la vida humana, incluida la del humilde migrante que busca asilo en nuestra frontera, nos recuerdan los peligros de nuestra propia cultura, en la que la esperanza y la unidad chocan con una abundancia de miedo y división. a menudo cediendo indiferencia hacia nuestra humanidad compartida. Especialmente en este tiempo de Adviento de preparación para acoger a Cristo y contemplar el camino de su propia familia, sabemos que queda mucho por hacer en nuestro país para sostener a las familias, especialmente a las pobres, y para acoger más fácilmente la nueva vida y al extraño entre nosotros, en a quien Dios se revela.
“Nuestra Señora de Guadalupe, ayúdanos a caminar con confianza, a imitar tu confianza inquebrantable en la voluntad de Dios, a amar más allá de las fronteras y a aceptar las exigencias de la solidaridad. Intercede por nosotros, tus hijos, y guíanos en nuestra búsqueda de la paz y la justicia, para que a través de nuestro compromiso de proteger la vida humana en la Tierra podamos encontrarnos mejor preparados para heredar el don de la vida eterna en el cielo”.