Teresa Gurza.
En menos de 48 horas, los chilenos conocerán los nombres de los dos candidatos que pasarán a la segunda vuelta que el próximo 17 de enero definirá, quién será presidente de Chile durante los primeros cuatro años del Bicentenario de su Independencia.
De acuerdo con todas las encuestas, el empresario Sebastián Piñera Echenique candidato de la alianza derechista que forman los dos partidos políticos chilenos de esta tendencia, tiene asegurado el primer lugar en la votación con alrededor del 42 por ciento de los votos; cifra que sin embargo, no es suficientemente amplia para ganar la elección en primera vuelta.
El segundo contendiente siempre según las encuestas, será el expresidente Eduardo Frei Ruíz-Tagle; seguido muy de cerca por el diputado socialista Marco Enríquez-Ominami; ambos de centroizquierda.
En estos últimos momentos antes de los comicios del domingo 13, se han aclarado algunas interrogantes; pero persisten otras.
Se sabe ya, por ejemplo, que Frei aceptó el reto de Jorge Arrate, candidato del pacto de izquierda Juntos Podemos, para unir fuerzas después del domingo a fin de evitar que la derecha representada por Piñera, llegue a la presidencia y junte en una sola mano los poderes político y económico.
Pero se ignora la actitud que al respecto asumirá Marco; quién ha declarado millones de veces, que no se plantea lo que sucederá si es él quien no pasa a la segunda vuelta; “porque eso no ocurrirá”.
Analistas políticos cercanos a su campaña, aseguran que el mismo domingo en la noche evaluará las propuestas y los ofrecimientos que seguramente le harán Piñera y Frei; para luego decidir por quien de los dos llama a votar en la segunda vuelta; o si pide a sus partidarios se abstengan de hacerlo o anulen el voto.
Por lo pronto se ha informado, que la vocera de la presidenta Michelle Bachelet, Carolina Tohá, quien es cercana a Marco, ha tratado de iniciar contactos con gente de su comando; pero que la respuesta ha sido que no se hablará del tema hasta el día 14.
La posible inminencia de perder los comicios tiene a todos los miembros del gabinete de Bachelet nerviosos; por lo que muchos de ellos se han decidido a aportar sus granos de arena, participando en actos del candidato oficial.
Y los cierres de campaña que se realizaron este pasado jueves, fueron en este sentido muy decidores de lo que está pasando.
En el suyo Frei hizo críticas y autocríticas manifestando que si bien los gobiernos de la Concertación han hecho mucho, aún hay cosas por hacer; y que si durante su gobierno él hizo sólo lo que en esos momentos era posible, si ahora vuelve a ser presidente, no sólo conservará los programas sociales de la presidenta, sino que podrá ir más lejos en eso y en cuestiones de derechos humanos.
A lo que Piñera en su mitin de cierre respondió que los mea culpas son de última hora y no creíbles.
En ese acto, al que por cierto no llegaron los 50 mil simpatizantes que se esperaban sino sólo alrededor de 15 mil, hubo canciones rancheras y grupos artísticos de moda; y a muchos de los asistentes se les entregaron boletos del metro para regresar a sus casas sin costo,
Por su parte Marco sigue insistiendo en que su candidatura es la única, que podrá enfrentar a la derecha en la segunda vuelta; y se niega siquiera a pensar en una posible derrota de pasado mañana.
En otros temas, todos hablan de que mejorarán la seguridad; y mientras Frei quiere que en su gobierno haya “mas Estado”; Piñera dice que debe haber menos; y Marcos reitera que Chile debe salir de su siesta y no esperar más tiempo por el verdadero cambio que él representa.
El mismo domingo se elegirá también a 19 de los 38 senadores y a la totalidad de los 120 diputados.
Y todo sucede mientras se dan reacciones a diestra y siniestra, por la detención de tres presuntos responsables del crimen del expresidente Eduardo Frei Montalva, padre del actual candidato y asesinado en enero de 1982 presuntamente por ordenes de la dictadura pinochetista.