El proyectil, que cargaba un satélite que Corea del Norte intentaba poner en órbita, perdió altura a pocos minutos de ser lanzando y oficiales extranjeros temen que el país continuará con sus pruebas nucleares para superar el fracaso.
“El fallo en el lanzamiento del misil es fatal para las políticas domésticas de Corea del Norte,” dijo Yoon Young-kwan, ex ministro de relaciones exteriores de Corea del Sur, agregando que “seguramente el régimen tomará medidas para compensar la situación en cualquier forma. Tratarán de recuperar el daño a su estatus nacional…con una medida visible como una prueba nuclear.
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Antes de este último lanzamiento, el líder norcoreano, Kim Jong-un, ya había sido criticado por la comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos, por ir en contra de resoluciones que prohibían la realización de pruebas nucleares de este tipo.
Un vocero del Secretario General de la O.N.U. Ban K-moon dijo que el lanzamiento del proyectil era “deplorable” y advirtió a Corea del Norte a “no realizar más acciones provocativas que incrementarán la tensión en la región.
El secretario de prensa de la Casa Blanca dijo en un comunicado que el lanzamiento de proyectil representaba “una amenaza a la seguridad regional,” agregando que viola las leyes internacionales e infringe sus propios compromisos recientes, y que con estas acciones “Corea del Norte sólo se está aislando a sí mismo por participar en actos provocativos.
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Recientemente Corea del norte perdió 240,000 toneladas de provisiones de alimentos, de parte de Estados Unidos, estimadas en $200 millones. Estados Unidos había acordado realizar el envió a cambio de que Corea del Norte suspendiera sus actividades de enriquecimiento de Uranio.
El pacto fue cancelado hace un mes, cuando Corea del Norte anunció el lanzamiento del proyectil.
El primer ministro de Corea del Sur, Kim Sung-hwan, dijo que “es lamentable que Corea del Norte gaste enormes cantidades de recursos en desarrollo nuclear mientras ignora problemas urgentes sobre el bienestar de la gente de Corea del Norte, como la escasez crónica de alimentos.
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El cohete y el satélite, que cayeron al océano después de alcanzar 94 millas de altitud, muy por debajo de las 310 millas requeridas para que un satélite sea puesto en órbita, costaron $450 millones, y para su lanzamiento se construyó un sitio cerca del borde con China a un costo de $400 millones, de acuerdo con estimaciones de Corea del Sur.
“Científicos, técnicos y expertos están buscando la causa de la falla,” dijo la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte en un reporte.
El proyectil fue lanzado en el marco de las celebraciones del centésimo aniversario del fundador de Corea del Norte, Kim Il-sung.