Grupo de Derechos Humanos acusa a Siria por crímenes de guerra

La organización Human Rights Watch dijo que las fuerzas militares de Siria mataron a al menos 95 civiles y destruyeron cientos de casas en la provincia de Idlib durante una ofensiva de dos semanas, justo antes del supuesto cese al fuego el 12 de abril.

Anna Neistat, directora asociada para el programa de emergencias de Human Rights Watch, con sede en New York, dijo en un comunicado que “mientras diplomáticos discutían los detalles del plan de paz de Annan, los tanques y helicópteros sirios atacaron una ciudad después de otra en Idlib.

Neistat también dijo que “en nueve incidentes separados, fuerzas del gobierno ejecutaron a 35 civiles bajo su custodia. La mayoría de las ejecuciones tuvo lugar durante el ataque a Taftanaz, ciudad con cerca de 15,000 habitantes al noreste de la ciudad de Idlib el 3 y 4 de abril.

El grupo de derechos humanos realizó una investigación de campo a finales de abril en las regiones afectadas por el conflicto en Siria.

“En cada lugar al que fuimos, vimos casas destruidas y quemadas, tiendas y automóviles, y escuchamos de gente cuyos familiares fueron asesinados. Fue como si las fuerzas del gobierno de Siria usaran cada minuto antes del cese al fuego para causar daño,” continuó el comunicado.

El gobierno de Siria no ha dado comentarios sobre el reporte, y acusa a grupos rebeldes por estar detrás de la violencia y por matar a más de 2,600 soldados y policías desde que una insurrección comenzara el año pasado.

La Organización de las Naciones Unidos (O.N.U.) ha dicho que las fuerzas del Presidente Bashar al-Assad han matado a más de 9,000 personas desde el inicio del conflicto.

Sobre las muertes durante las dos semanas previas al cese al fuego, Human Rights Watch (H.R.W.) dijo que “las circunstancias de estos casos indican que las fuerzas del gobierno fallaron en distinguir entre civiles y combatientes y en tomar las medidas de precaución para proteger a civiles.

Las fuerzas gubernamentales no proporcionaron ninguna advertencia a la población civil sobre los ataques.”

Como parte de su investigación, H.R.W. entrevistó a familiares de algunas de las personas ejecutadas. Una de ellas, madre de Mohammed Saleh Shamrukh, uno de los protestantes en contra del régimen de al-Assad, dijo que vió como los soldados del gobierno se llevaron a su hijo.

“No le dije adiós porque no quería que se pusiera triste. El no me dijo nada tampoco. Cuando se fueron, los soldados me dijeron que me olvidara de él,” dijo la madre.

Shamrukh fue ejecutado el 25 de marzo por fuerzas del gobierno de Siria.

Actualmente una misión de monitoreo de la O.N.U. tiene presencia en Siria, supuestamente para verificar que las actividades del cese al fuego se lleven a cabo, sin embargo los enfrentamientos entre rebeldes y fuerzas del gobierno han continuado.

Autoridades de la fuerza armada de Siria dijeron que rebeldes habían matado a al menos 15 soldados el miércoles durante una emboscada.

De acuerdo con el grupo rebelde Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, también dos rebeldes murieron durante ese ataque.

La O.N.U. ha acusado tanto al gobierno de Siria como a los grupos rebeldes por no respetar el cese al fuego en ese país.

Fuente: Christian Post

 

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