El arzobispado debería condenar los abusos contra manifestantes que fueron desalojados de una iglesia
El gobierno cubano debería poner fin inmediatamente a la represión destinada a silenciar las voces de disenso en el período previo a la visita del papa Benedicto XVI a Cuba y durante esta, señaló Human Rights Watch.
Disidentes de La Habana, Holguín, Guantánamo, Matanzas, Palma Soriano, Pinar del Río, Sancti Spíritus y Santiago de Cuba describieron a Human Rights Watch las tácticas represivas que están siendo aplicadas por el gobierno cubano. Señalaron que cuando intentaron ejercer sus derechos básicos para denunciar la situación de los derechos humanos y organizar marchas durante las últimas semanas, las autoridades respondieron con golpizas, detenciones, persecución, amenazas y otras medidas abusivas. Está previsto que el papa Benedicto XVI viaje a Cuba del 26 al 28 de marzo para visitar La Habana y Santiago de Cuba.
“La detención, golpiza y amenaza de disidentes en vísperas de la visita del papa sugiere que el gobierno cubano hará todo aquello que esté a su alcance para acallar cualquier expresión de disenso mientras la atención internacional esté puesta en la isla”, afirmó José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch. “Estos actos de represión ponen en evidencia el escaso margen que existe en Cuba para la manifestación de opiniones que no estén alineadas con el gobierno de Castro”.
http://www.hrw.org/es/americas/cuba