Los inmigrantes en la reforma de salud

El Senado inició esta semana un debate sobre un proyecto de ley para la reforma del sistema de salud en Estados Unidos que debe incluir a los inmigrantes legales e indocumentados.

Una de las metas es poner fin a la prohibición de cinco años a los inmigrantes legales para que accedan a los beneficios públicos, a los cuales tienen acceso actualmente solo las mujeres embarazadas y los menores de edad que son residentes legales.

Los inmigrantes indocumentados están excluidos de beneficios públicos bajo una reforma de salud, pero se les puede permitir que compren planes privados de seguro médico en el programa de intercambio que ofrecerá el gobierno bajo la opción pública.

La Cámara de Representantes aprobó a principios de noviembre un proyecto de ley que incluye esa alternativa para los indocumentados, pero es necesario que esa medida también la considere el Senado.

Todavía quedan muchas iniciativas por debatir durante el mes de diciembre, antes de que la versión final pase al escritorio del presidente Barack Obama para su promulgación.

La población hispana enfrenta elevados índices de diabetes, hipertensión y asma y es una de las comunidades más afectadas porque la tercera parte carece de seguro médico.

La falta de atención para los más vulnerables, incluyendo a millones de indocumentados, pondría en peligro la salud pública por el rápido contagio de ciertas enfermedades y elevaría más los costos de los servicios de emergencia.

El Grupo de Congresistas Hispanos (CHC), la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) y la coalición Latinos Unidos por el Cuidado Médico (LUH), siguen presionando para que se incluya a los inmigrantes en una reforma de salud.

El proyecto del Senado ofrecería seguro médico a 31 millones de estadounidenses, reduciría el déficit fiscal y permitiría que los estados accedan voluntariamente a la opción pública, a la cual sin embargo se opone la minoría republicana debido a sus costos.

Un sondeo reciente de la cadena CNN indicó que el 56 por ciento de los estadounidenses favorecen la opción pública y el 42 por ciento se opone, en parte por el impacto que tendría en el déficit del país.

Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) concluyó que los costos del proyecto del Senado para una reforma al sistema de salud ya están cubiertos por medio de recortes de gastos e incrementos de impuestos y tarifas.

En Estados Unidos hay 50 millones de personas sin seguro médico, pero tanto el proyecto del Senado como el de la Cámara de Representantes busca cubrir a unas 30 millones de personas, dejando a 20 millones sin ninguna cobertura.

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