CIUDAD DEL VATICANO (VIS).-La Oficina de Prensa de la Santa Sede hizo público el siguiente comunicado:
«Benedicto XVI tuvo un encuentro esta mañana con altos representantes del episcopado irlandés y con cargos de gran responsabilidad de la Curia Romana. El Papa escuchó sus preocupaciones y discutió con ellos sobre los traumáticos eventos presentados en el Informe de la Comisión Irlandesa de Investigación de la Archidiócesis Católica de Dublín.
Después de estudiar con atención el Informe, el Santo Padre se mostró muy disgustado por el contenido. El Papa desea expresar una vez más su profundo pesar por las acciones de algunos miembros del clero que han traicionado sus promesas solemnes a Dios, así como la confianza depositada en ellos por las víctimas y sus familias, y por toda la sociedad.
El Santo Padre comparte el sentimiento de ultraje, traición y vergüenza de muchos fieles en Irlanda y se une a ellos con la oración en este momento difícil para la vida de la Iglesia.
Su Santidad pide a los católicos en Irlanda y en todo el mundo que recen con él por las víctimas, sus familias y todos los afectados por esos odiosos delitos.
El Santo Padre garantiza a todos los afectados que la Iglesia continuará siguiendo este grave asunto con la máxima atención para entender a fondo cómo han podido ocurrir hechos tan vergonzosos y cómo desarrollar mejor estrategias seguras y eficaces para que no se repitan.
La Santa Sede examina con la mayor seriedad las cuestiones centrales planteadas por el Informe, incluyendo las que conciernen al gobierno de los jefes de las Iglesias locales, responsables en última instancia del cuidado pastoral de los niños.
El Santo Padre se propone dirigir una Carta Pastoral a los fieles de Irlanda en la que indicará con claridad las iniciativas emprendidas para responder a la situación.
Por último, Su Santidad anima a todos los que han dedicado sus vidas al servicio generoso de la infancia a perseverar en sus buenas obras a imitación de Cristo, el Buen Pastor».
