Por Maribel Hastings
LAS VEGAS – Las asambleas populares republicanas de Nevada eligieron a Mitt Romney como su abanderado en la contienda primarista por la nominación presidencial y los ojos están fijos en la elección de noviembre. Los republicanos apuestan a que el descontento de los votantes latinos por la falta de una reforma migratoria supondrá menos votos para Barack Obama por estos rumbos, y los demócratas apuestan a que la retórica antiinmigrante de los republicanos operará a favor del presidente en las urnas.
Pero si algo destacaron las asambleas fue una reducción en la cifra de votantes republicanos latinos que participaron con respecto al 2008, explicó el encuestador Matt Barreto, de Latino Decisions.
En los caucus del 2008 en Nevada, un 8% del total de votantes republicanos fueron latinos. En los de este año, sólo 5% del total de votantes republicanos fueron latinos según las encuestas de entrada, explicó Barreto.
“Nevada tiene el electorado latino de mayor crecimiento en el país y a pesar de que el electorado latino del estado crece cada vez más, su presencia en el Partido Republicano es cada vez menor”, señaló Barreto.
Esto es consistente, agregó, con el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, ganando 90% del voto latino en 2010.
Nevada será un estado competitivo en noviembre, declaró Barreto, pero la reducción del índice de participación de latinos en el caucus republicano, es señal de que los votantes latinos “están cada vez más reacios a ir al Partido Republicano”.
En Nevada, indicó, los hispanos siguen afiliándose mayormente al Partido Demócrata “que ha hecho un trabajo muy decente en acercarse a los latinos”, a lo que contribuyó la elección de Reid en 2010 donde las posturas antiinmigrantes de la contendora republicana, Sharron Angle, “han tenido un efecto duradero” en que los latinos sigan afiliándose mayormente al Partido Demócrata.
Pero Barreto consideró que los demócratas enfrentan el reto para repetir el entusiasmo y la pasión palpables en 2008 en la participación electoral hispana, aunque “los votantes latinos están inclinados hacia el Partido Demócrata y hacia el presidente Obama”.
“La pregunta es cuál será el nivel de participación. Cuántos latinos votarán y en eso es en lo que el presidente y los demócratas tienen que concentrarse fuertemente: en explicarle a la comunidad cómo resolverán aquellas áreas donde hubo fracaso, y qué cosas han hecho para mejorar las vidas de los latinos. Si pueden hacer esas conexiones, eso los ayudará”, sostuvo Barreto.
En los próximos nueve meses, Obama y los demócratas, opinó Barreto, tienen que superar “la brecha del entusiasmo y la motivación de los votantes”.
Las pláticas sostenidas con algunos hispanos en las afueras de un mercado mexicano en Las Vegas confirmaron esa brecha de motivación y también reflejaron cómo el tema migratorio y específicamente la falta de la reforma migratoria integral, figuran en su lista de preocupaciones centrales junto a la economía, los trabajos y la crisis hipotecaria.
“Me siento decepcionada, pero ni modo”, afirmó una votante que asegura apoyó a Obama en 2008 pero que no lo hará este año. Considera apoyar a Romney, dice, porque aunque no quiere reforma, “puede levantar la economía”.
Otros, indocumentados, lamentaron los efectos de la falta de reforma. “Estamos con quien nos de reforma”, dijo una. “Es la misma cosa todos los años, prometen y no hacen nada y ¿sabe cuánto dolor hay?”, expresó otro.
Pero otros, como Alejandro Martínez, dicen que las cosas no se arreglan de un día para otro y que en el tema migratorio Obama enfrentó una dura oposición republicana. Votará otra vez por Obama “porque merece una segunda oportunidad”.
Fernando Romero, presidente de Hispanics in Politics, considera que ese es el pensar de muchos votantes hispanos de Nevada, incluyéndolo a él que en 2008 y a pesar de ser demócrata, apoyó la candidatura presidencial del republicano John McCain porque era el que tenía historial de apoyo a la reforma migratoria.
Ahora votará por Obama porque las posturas de Romney de oponerse a la reforma migratoria integral y prometer vetar el DREAM Act envían un mensaje claro a los votantes latinos de que no apoyará asuntos que son definitorios para ellos.
Romero advirtió, empero, que la cifra de votantes latinos que se registran como no partidistas va en ascenso. Según él, las cifras más recientes para el condado Clark, donde se concentran los votantes del estado, “apuntan a que hay 94,000 votantes con apellido en español, 60% de esos demócratas, casi 17% republicanos y 15% no partidistas y si le sumas el porcentaje restante de otros, la cifra de no afiliados a ningún partido es mayor a la de republicanos”, afirmó Romero.
Lo cual confirma cuán competitivo es Nevada, donde los republicanos aspiran no a ganar la mayoría del voto latino sino a erosionar un poco el apoyo hispano a Obama.
Eso dependerá del candidato y su mensaje, y si es Romney, su mensaje de autodeportaciones y de veto al DREAM Act no resuena entre los votantes latinos de Nevada.
No le resonó incluso a René Cantú, un republicano que el sábado no favoreció a Romney en las asambleas.
Inicialmente favorecía a Rick Perry, “quien fue vapuleado por mostrar un punto de vista más compasivo en inmigración”.
Para Cantú, la inmigración “es un tema importante, pero no el más importante”, pero las posturas actuales de Romney no son de su agrado.
De momento no lo apoya, pero apuesta al cambio. “Me parece que después de la primaria Romney suavizará su postura y todo esto es retórica”.
Queda por ver si esa retórica ya tuvo un efecto duradero en alejar al votante latino de Nevada del Partido Republicano.
Ahora a Colorado. Las apuestas por el voto latino comenzaron.
Maribel Hastings es asesora ejecutiva de America’s Voice