Recursos naturales: Entre Malvinas y la megaminería

Una convocatoria en la Casa Rosada para dar un anuncio sobre Malvinas concitó la atención de oficialistas y opositores. Todas y todos esperaban la palabra de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, luego de la firma del decreto que desclasificaba el Informe Rattenbach.

El discurso enfatizó sobre las Malvinas y sus circunstancias en lo histórico y en lo diplomático, al igual que la militarización de la zona austral por parte de Gran Bretaña. También se refirió a la creación de un Hospital de Salud Mental para los ex combatientes de Malvinas, algo que debería haberse hecho hace tiempo tras el suicidio, como afirmó la mandataria, de 439 ex combatientes. Sin dudas, fue una respuesta poco contundente a las bravuconadas inglesas. Ocurre que no existe la voluntad política de defender la soberanía con acciones precisas. Primero, el «capitalismo en serio» una vez más…

Definió la soberanía como la voluntad popular, al referirse al surgimiento de los gobiernos en el plano interno. Pero olvida que el soberano es el pueblo cuando se manifiesta contra la megaminería, de la misma manera que cuando emite su sufragio, como también que la defensa de los intereses nacionales, como parte integrante de la soberanía exterior, también necesita otras armas que, sin ser de la maquinaria bélica, permitan llegar al objetivo principal de limitar el avance inglés en el Atlántico Sur.

Más allá de la denuncia ante la ONU, cuyos efectos prácticos se van a limitar a lo declarativo, resulta necesario que se efectivicen medidas tendientes al control del capital británico en nuestro país. Es sabido que nuestra Patagonia está inundada de emprendimientos ingleses, como también parte de las petroleras también lo son en mayor o menor medida.

Y justificó su política de Estado acerca de Malvinas, porque «se están depredando nuestros recursos naturales, pesca y petróleo, sin ningún tipo de control ambiental que puede provocar»… «un verdadero caos ecológico en cualquier momento»; como también sostuvo, acerca del alcance estratégico de los recursos naturales, que «es también regional y global porque las grandes batallas del siglo XXI van a ser sobre los recursos naturales de nuestros pueblos. Y América latina, la América del Sur es una de las regiones más ricas del planeta, no solamente en recursos humanos, sino en recursos naturales, en agua y en todas las potencialidades que a diario se están descubriendo».

Pero no se advierte la misma posición, cuando se trata del accionar de las mineras en el Noroeste argentino. El pueblo tiene presente la foto con Peter Munk, CEO de Barrick Gold y los Gobernadores de las provincias mineras…

Catamarca y La Rioja en llamas.

En esta semana, una salvaje represión se desató en Belén y en Andalgalá, localidades de la Provincia de Catamarca, contra los vecinos que realizaban los bloqueos selectivos a Minera Alumbrera mientras también se detenía a los colegas Juan José Rodríguez, de Radio El Algarrobo y Sergio Fernández, de Radio FM Estación Sur, integrantes de la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA).

35 detenidos y numerosos heridos fue el saldo de un accionar conjunto entre la Policía provincial, la Gendarmería Nacional y las patotas promineras; entre cuyos integrantes, se encontraba Sauce González, Secretario de Minería de Andalgalá, según informó Radio El Algarrobo.

Primero, fue el Fiscal Landívar y ahora, el Fiscal Flores los que amparan y ordenan la represión a gusto de las empresas mineras. Díaz Fernández, el Secretario de Derechos Humanos provincial, ni siquiera acusó recibo de las denuncias contra la represión policial. Al igual que durante la dictadura, es derecho y humano…

Estos hechos pusieron negro sobre blanco al «Gobierno de los Derechos Humanos», como bien lo ha definido CORREPI, el mismo que avala los emprendimientos mineros y nada dijo sobre la represión en La Rioja. Menos dirá acerca de lo acontecido en Catamarca.

Los gobiernos de Beder Herrera, en La Rioja y de Corpacci, en Catamarca eligieron la vía represiva para obtener la mentada licencia social. Y no la podrán obtener porque la conciencia social sobre las nefastas consecuencias de la megaminería contaminante es muy fuerte. Otras teorías hacen suponer el aliento de la represión por parte del Gobernador Gioja, de San Juan, con el fin de erigirse en el garante de la actividad minera para obtener la participación de Osisko Mining Corporation y el resto de las mineras en su provincia. Nada alocado en el medio de una disputa económica a nivel provincial.

Entre el discurso y los hechos.

Si tanto le importara la cuestión de los recursos naturales al Gobierno Nacional, sin dudas, debería redefinir las políticas vigentes en materia minera que se heredaron del menemismo. Sucede que no solamente se trata de una cuestión impositiva, sino de la calidad de vida de los ciudadanos y habitantes de las provincias en las cuales se realizan las explotaciones mineras.

Si se sabe de la depredación de los recursos naturales sin ningún control ambiental, ¿cómo puede explicarse el impacto ambiental que sufren los vecinos de Andalgalá por la Minera Agua Rica? ¿Qué controles realizó el Estado?. Las consecuencias de la explotación están a la vista, perjudicando la vida actual y futura de las y los andalgalenses con el deterioro de la calidad del agua, lo que provocó dolores estomacales, diarrea, diarrea con fiebre y vómitos a quienes viven a 2 km. debajo del dique. Pero también sufrieron pérdidas económicas al morir los animales que criaban, como las cabras…

Con respecto a los Estudios de Impacto Ambiental, éstos fueron elaborados por consultoras vinculadas estrechamente a las mineras. En el caso andalgalense, fue efectuado por Rescan Environment Services Ltd. (1) y en su sitio web, puede advertirse que sus clientes también son las empresas mineras que operan en Chile, como Minera Escondida Ltda. o las que operan en la provincia de San Juan, como lo son la Compañia Minera del Pacifico y la Barrick Gold, a través de Barrick Sudamérica. Y ello nos lleva a una nueva pregunta, ¿porque no se realizan dichos estudios por parte de las Universidades Nacionales?. La respuesta es fácil. Debido al rechazo de los fondos que iban a otorgar las mineras, muchas de ellas no iban a dictaminar favorablemente.

Basta un ejemplo para dar cuenta de las nefastas consecuencias de la megaminería. Y ello está presente en la conciencia social de quienes habitan La Rioja, Catamarca, Tucumán y Mendoza. Así, encontramos la resistencia en Famatina, Provincia de La Rioja, donde la pueblada impidió que se instalara la Osisko Mining Corporation, pese a la represión sufrida; mientras que las y los catamarqueños fueron reprimidos ferozmente gracias a una policía y una justicia cómplice de las mineras.

Lo que también olvida el Gobierno Nacional es el caos ecológico imperante. Le guste o no, ya se advierten las consecuencias en aquellos emprendimientos mineros en Catamarca y en San Juan. En esta última provincia, inclusive, deben utilizar el agua según las necesidades de las mineras… O sea, cocinar, lavar y otros menesteres caseros según les venga en ganas para que Barrick Sudamérica pueda disponer del agua.

Los hechos siguen demostrando la alianza estratégica entre el Gobierno Nacional, los Gobiernos provinciales y las mineras, mientras los discursos falsos inundan la Casa Rosada bajo la fachada de una política de Estado sobre la cuestión Malvinas. La primera gran batalla por los recursos naturales es aquí y ahora. ¿El gobierno nacional y popular está a favor del pueblo o contra él?. Si como vienen afirmando varios funcionarios, desde el Vicepresidente Boudou al Secretario de Transporte Schiavi, están a favor del pueblo es hora de terminar con la megaminería contaminante.

Mientras tanto, los Gobernadores apuestan a campañas de difusión porque «el pueblo no sabe». Es decir, lo rebajan a la categoría de ignorantes. Mensajes de texto, propagandas varias y otras actividades pretenden «ilustrar» a la población, con la complicidad de las mineras, mientras amenazan a medios opositores, como la misma Radio El Algarrobo en Catamarca o se corta la conexión a internet a las radios en La Rioja.

Los pueblos vienen demostrando su rechazo. Y es hora de respetar la soberanía. La que emana de sus integrantes. No importa el colchón de votos, sino las públicas expresiones desde marchas a bloqueos selectivos.

Salvo, claro está, que el próximo paso sea judicializar y criminalizar como lo han hecho hasta el presente para continuar la depredación que afirman van a evitar, con la colaboración inestimable de policías y jueces que, una vez más, estarán al servicio de esa burguesía que solamente conoce el capital y no quiere conocer a la solidaridad.

Pero nadie debe olvidar que la resistencia popular se va a hacer escuchar a nivel nacional, porque la megaminería es un crimen de lesa humanidad aunque pretenda negarse dicha condición. La pueblada se acerca cada vez más a Buenos Aires, a pesar del ocultamiento de los multimedios, para defender la vida y el agua. No es poca cosa…

ARGENPRESS.Info

 

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