Nuevos datos demuestran que el gobierno de Obama sigue deportando inmigrantes en forma masiva, a pesar de una revisión orientada a detener las deportaciones de las personas sin antecedentes penales y que tengan vínculos familiares en Estados Unidos.
Altos funcionarios habían prometido cerrar los casos atrasados de deportaciones de inmigrantes con fuertes conexiones familiares. Pero hasta ahora, de los centenares de miles de casos de deportación, se han cerrado menos del 2%.
El Departamento de Seguridad Nacional afirma que había identificado a más de 20.000 inmigrantes que iban a ser deportados cuyos casos reunían los requisitos para ser cerrados, pero que muchos de estos están estancados porque es necesario verificar los antecedentes.
Los activistas defensores de los inmigrantes dicen que las familias siguen siendo separadas sin causa justificada.
