Y siguen hable y hable…

Por Teresa Gurza.

Como si estar en vísperas de las fiestas patrias les aflojara la boca, algunos políticos mexicanos no paran de hablar.

Y más de uno confirma aquello de que para enterarnos de lo que realmente sucede, es necesario que haya un pleito; como el que ahora tienen el presidente saliente Calderón y el senador Javier Corral.

“Un presidente no tiene amigos”, les dijo el ya electo Peña Nieto como advertencia a los 300 líderes.

Y aunque no fue él quien lo dijo, Calderón se encargó de comprobar que ni siquiera sus correligionarios lo tuvieron de amigo al denunciar en Vladivostok, que algunos panistas le pidieron apoyos más allá de los límites legales; o sea, destinar recursos del erario a la campaña de Vázquez Mota.

Explicación no pedida, acusación manifiesta, podríamos decirle los mexicanos; pero no hubo necesidad, porque pronto le salió el respondón; y fue nada menos que el dirigente principal del PAN, Gustavo Madero.

Si lo que niega Madero es cierto, Calderón es culpable por no haberlos denunciado en su momento; y debe ahora a la brevedad posible, dar los nombres de los que eso le pidieron.

Otro que salió al tiro al aún presidente, es el senador Corral; a quién según el chisme Calderón tildó de “cobarde”, por no acudir a una comida de panistas celebrada en Los Pinos.

Enterado, Corral le revira feo en carta privada que entregada a Reforma para su publicación.

En ella les espeta, “el cobarde eres tú”; le recuerda su fama de colérico; y culpa a su administración y su carácter de la derrota panista y del regreso priísta al poder.

Le aclara Corral al presidente Calderón que no fue a la reunión, “para evitar oír tus exposiciones interminables donde tú monologas, no dialogas, sobre las maravillas de tu Gobierno y lo bien que hiciste todo“.

Luego Corral sostiene que “con absoluta franqueza” le ha dicho a Calderón en su cara lo que de él piensa; y que al contrario de otros, nunca le ha tenido miedo.

Y tras advertirle que al llamarlo cobarde ante los senadores y estando ausente, se ha pasado de la raya, lo reta a discutir diferencias “cuando quieras, en donde quieras y ante quien quieras”; y que será la entrega de la banda presidencial, “el momento que condensara mejor que cualquier crítica o análisis, su fracaso.

Pero no para ahí Corral, porque le reprocha su forma de tratar a los panistas, “muestra que perdiste todo sentido de civilidad política”; y se deja ganar por su carácter colérico.

Y es que la verdad en su afán de echar mucha crema a sus tacos, Calderón se va de largo y la está regando hasta con su gente…

¿Porqué será que siempre aprovecha conferencias de prensa fuera del país para hacer denuncias?

Así fue cuando contó lo del atentado que asegura sufrió sin que se haya hablado después más del asunto, pese a ser de interés nacional.

Y ¿porqué ese continuo meterse en el siguiente gobierno al recomendar o sugerir a Peña nieto como debe manejar la lucha antinarco y Pemex.

Y la frase peñista de que el presidente no tiene amigos, tiene sus excepciones.

Ahí tenemos el caso del expresidente Zedillo, que no sólo fue defendido por la cancillería de Calderón; sino que esta dependencia ahora sí muy brava, advirtió a EU que meterse con él se tomaría como intervención contra la soberanía del país.

La nota diplomática en la que la Secretaría de Relaciones Exteriores solicita inmunidad para el ex presidente, amenaza al vecino con que si no le es respetada se afectará la relación bilateral

¿Porqué no actuar así en otros muchos casos como por ejemplo el reciente asesinato de un lado a otro del río, pero en territorio mexicano, de un compatriota que nada les hizo a los policías de la migra.

 

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