Aprueban matrimonios gay en Uruguay

La Cámara de Diputados uruguaya aprobó un proyecto que autoriza el matrimonio entre personas del mismo sexo, por lo que ahora será turnado a la de Senadores, último paso antes de que el gobierno pueda promulgarlo como ley.

La coalición al frente del gobierno tiene los votos suficientes para aprobarla en la cámara alta. El presidente José Mujica planea firmarla a principios de 2013.

«Yo respeto a los que piensan que el matrimonio es entre un hombre y una mujer; es respetable, pero la realidad es otra. Si no se adoptara esta ley lo único que estaríamos haciendo es lo que hace el avestruz: no querer admitir la realidad, y meter la cabeza bajo la tierra», dijo el diputado oficialista Anibal Pereyra al fundamentar su voto positivo.

Durante el debate en la Cámara de Diputados.

El «proyecto de matrimonio igualitario» surgió de un texto redactado por el Colectivo Ovejas Negras que promueve demandas de grupos homosexuales. El proyecto ya fue aprobado por la comisión de Constitución y Códigos de la cámara baja.

«El instituto del matrimonio implicará la unión de dos contrayentes, cualquiera sea la identidad de género u orientación sexual de éstos, en los mismos términos, con iguales efectos y formas de disolución que establece hasta el presente el Código Civil» uruguayo, dice el artículo 1 del proyecto, cuyo texto está publicado en el sitio de internet de Ovejas Negras.

El proyecto fue llevado para su aprobación ante la comisión de Constitución por diputados del gobernante Frente Amplio de izquierda, que tiene mayoría en ambas cámaras. Además, varios legisladores de los dos principales partidos de oposición adelantaron su voto a favor, por lo cual se da por hecho su aprobación.

La iniciativa implica además cambios para todos los matrimonios –homosexuales o no– como por ejemplo poder decidir el orden de los apellidos de los padres al nombrar un hijo o que el divorcio sea decisión de cualquiera de los dos cónyuges. Hasta ahora sólo la mujer tenía ese derecho, merced a una norma de 1912.

El analista Gerardo Caetano dijo a la AP que no piensa que cambios como el del mecanismo de divorcio puedan tener gran impacto en la sociedad uruguaya.

»En 1911 el proyecto inicial de divorcio que se discutía permitía divorciarse por la sola voluntad de uno de los cónyuges. En aquel momento se dio un gran debate y finalmente se adoptó, en 1912, el divorcio por la sola voluntad de la mujer.

En aquel contexto, en el Uruguay de aquel entonces, se consideró que tratar igual a quienes eran francamente desiguales podía terminar ampliando las diferencias y favorecer a los más poderosos, en este caso al hombre. Cien años después, con todos los cambios ocurridos en la sociedad uruguaya, ese argumento ha caído por su propio peso», sostuvo.

Agregó que cree «que no va a generar mayor impacto.

En el contexto actual, en que en Uruguay hay más divorcios que casamientos y predomina un perfil de arreglos de pareja muy diversos, no creo que tenga un gran impacto. Creo que Uruguay ya está maduro para asumir una solución así».

Por su parte, las autoridades de la Iglesia Católica y la Evangélica se manifestaron en contra de lo que consideran el «mal llamado matrimonio igualitario».

«Parecería lógico que dos personas del mismo sexo que se quieren y desean compartir su vida puedan tener algún tipo de reconocimiento civil, pero no puede ser igual al que regula el matrimonio», dijo el obispo Jaime Fuentes, presidente del sector Familia de la Conferencia Episcopal Uruguaya.

Por lo pronto, «los niños tienen derecho a tener un padre y una madre, naturales o adoptivos, para crecer como personas», explicó.

La legislación uruguaya permite que parejas del mismo sexo legalicen su unión –aunque no como matrimonio– y que aspiren a adoptar niños.

Fuente: CBN

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