El número de muertos a causa de la gran explosión ocurrida la semana pasada en una planta de fertilizantes en Texas alcanza las catorce personas, doce de las cuales son socorristas. Más de 200 personas resultaron heridas.
Han surgido más detalles acerca de que los propietarios de la planta incumplieron normas fundamentales de supervisión antes de la explosión.
Según Reuters, la planta había almacenado 1.350 veces la cantidad de nitrato de amonio que normalmente suscitaría una inspección del gobierno.
La empresa propietaria de la planta, West Fertilizer, nunca informó al Departamento de Seguridad Nacional que había superado el límite aceptable, como está obligada a hacer.