Sombrío historial de abusos laborales en Honduras y Guatemala

 
Un nuevo reporte de la sindical Federación Estadounidense de Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO) reveló que dos décadas de «regulación privatizada» de fábricas que abastecen a las grandes marcas y minoristas estadounidenses y europeos no han logrado proteger a trabajadores de salarios míseros y condiciones laborales severas en países en vías de desarrollo, como Guatemala y Honduras.
El informe, titulado “Responsabilidad externalizada; auditorías sociales, certificación del lugar de trabajo y veinte años de fracaso en la protección de derechos laborales”, presentó posibles soluciones centradas en el empoderamiento de los trabajadores afectados.
Empresas de monitoreo y auditoría social con y sin fines de lucro, contratadas por empresas de renombre como Wal-Mart, Gap, Apple y Russell Athletic, sirven principalmente para proteger prácticas empresariales inaceptables del escrutinio público en lugar de defender a los trabajadores cuyos derechos dicen defender, de acuerdo con el informe que se centra en dos de las principales organizaciones de auditoría social/responsabilidad social empresarial (RSE): la Asociación Laboral Justa (FLA, por sus siglas en inglés) y Responsabilidad Social Internacional (SAI).
“La mejor manera para identificar y arreglar los problemas en los lugares de trabajo, ya sea en torno a la seguridad de los trabajadores o su derecho a organizarse, es por medio de los trabajadores y los sindicatos, y no por medio de esquemas publicitarios realizados por estos programas de ‘responsabilidad social corporativa’”, señaló Richard Trumka, presidente de la AFL-CIO. “Los trabajadores saben del acontecer diario en sus lugares de trabajo. Programas liderados por las compañías que utilizan ‘expertos’ que son pagados para evaluar las condiciones laborales tienen fallas sistemáticas debido a que no se basan en las realidades diarias. Pero algunos auditores tienen incentivos para que no se reporte con cuidado o precisión lo que han observado. Estos programas se denotan por ser limitados. En su peor forma, esconden problemas y aseguran que las condiciones laborales son decentes, cuando no lo son”.
Este informe incluyó estudios de la relación entre empresas extranjeras y organizaciones de auditoría social en siete países en vías de desarrollo alrededor del mundo. Honduras es uno de ellos. El 8 de octubre de 2008, Russell Athletic anunció el cierre de su planta Jerzees de Honduras, en Choloma. El cierre ocurrió después de que trabajadores de la planta organizaron un sindicato exitosamente y comenzaron negociaciones, como la ley hondureña lo requiere.
“En base a nuestra experiencia con la FLA en este caso durante los últimos dos años, nos hemos visto en la obligación de concluir que el proceso investigativo de la FLA no es neutral ni justo, y que este proceso no honra las experiencias y testimonios de las y los trabajadores”, declaran trabajadores de Jerzees de Honduras en su carta dirigida a la junta directiva de FLA.
Guatemala es otro de esos casos presentados en el reporte. En este país centroamericano, la fábrica Avandia, la cual produjo para la marca Jones Apparel, fue certificada por la iniciativa industrial Producción Acreditada Responsable Mundial (WRAP, por sus siglas en inglés) del2005 aprincipios del 2011.  Durante este periodo de certificación, sindicatos nacionales e internacionales identificaron violaciones sistemáticas a los derechos de sus trabajadores. No fue sino hasta que los trabajadores guatemaltecos se vieron amenazados de muerte y el movimiento laboral internacional intervino que WRAP decidió despojar a Avandia de su certificación.
 
También se expuso que las prácticas de estas organizaciones de auditoria social no se limitan a Centro América, desde que se dan alrededor del mundo.  Entre los casos recientes más conocidos, se encuentra el incendio en una maquiladora textil en Bangladesh donde más de 100 trabajadores fallecieron, y en Pakistán donde casi 300 trabajadores perecieron en un incendio en una fábrica de ropa. El informe argumenta que en ambos casos, como también en las plantas de Foxconn en China,  estás organizaciones cometieron faltas que pudieron haber sido factores contribuyentes en estos innecesarios desastres.
“Este reporte diagnostica éxitos y fracasos, y un tema se repite a través de él”, asevera el reporte. “Las posibilidades de éxito son verdaderas donde los trabajadores son representados en el proceso, especialmente a través de sus sindicatos. Por otro lado, se observa que las iniciativas impulsadas por empresas en su mayoría han fracasado en proteger a la gente trabajadora y a sus comunidades durante los últimos 20 años”.
Estudio completo disponible en inglés: http://aflcio.org/csr
En español (Resumen, conclusión, casos de Guatemala y Honduras): http://www.aflcio.org/content/download/77121/1903101/CSReport_final_espanol.pdf

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