Volver…
a mi alma
prisionera
de los juegos solitarios
de sus lunas…
de las fantasías inocentes
de sus soles…
Volver…
a los versos olvidados
que aún escriben
en secreto,
la tristeza
de sus bosques.
Volver…
cautiva
de las lágrimas
penitentes
de los robles,
que aún lloran
en sus lagos,
las nostalgias
de las voces.
Volver…
a la magia
inagotable
de colores
que aún pintan
en mi piel,
los paisajes
imborrables
de esta historia.
Volver…
como las golondrinas
peregrinando
vuelven…
al océano infinito
de sus cielos.
Volver…
a los sueños prometidos
en sus calles asoladas
por recuerdos,
en sus muros agrietados
de vacíos.
Volver…
rendida
al duelo
de la ausencia,
desentrañando…
las sombras del olvido,
diciendo adiós…
al luto del silencio.
Volver…
volver a mi poesía
de melancolías
y de ocres
y en la soledad
irremediable
de mis versos,
sentir en lo profundo,
a Estocolmo
despojado…
sereno…
bello…
Liliana Perusini escribe desde Santa Fe, Argentina.
Fuente: ARGENPRESS CULTURAL