Atlatlahucan, Morelos 28 febrero

Por Teresa Gurza.

Los municipios son la primera instancia de gobierno y el primer contacto de los ciudadanos con las autoridades; deben por tanto funcionar perfectamente y dar una buena atención; pero no siempre es así y ejemplo de eso, es el municipio de Atlatlahucan del estado de Morelos.

A las 11 de la mañana, llamé para preguntar que papeles debía llevar para sacar repuesto de mi credencial del INAPAM, porque perdí mi monedero con credenciales y tarjetas.

En la oficina de la atención a adultos mayores, me informaron todo; añadiendo que podía ir hoy mismo antes de las cinco de la tarde y tendría la credencial de repuesto en media hora.

No fue así; “se me acabaron las credenciales” se disculpó la titular Olivia  Díaz; molesta pregunté la razón para decirme que fuera si no las tenían; respondió de mal modo que no era su responsabilidad “porque las que contestan, -que en ese momento masticaban chicle, se peinaban, platicaban o escarbaban dentro de la oreja con una pluma- pueden no saberlo”.

Quise poner una queja y salió a recibirla Benita Lorena, quien también con malos modos le echó la culpa a las telefonistas.

Les dije a las dos, que su deber es atender con eficiencia y si eran jefas con más razón.

Cuando me retiraba, tres ancianos se apresuraron a alcanzarme para decirme que se les daba pésimo trato y se les hacía dar muchas vueltas.

Fui a la alcaldía a dar la queja personalmente, pero antes entré a la oficina del juez de paz para avisar de mis credenciales perdidas, por si alguien me pedía alguna constancia para reponerlas.

“¡¡¡Huy!!! aquí sí que no se va a poder porque tenemos un problemita”, empezó diciendo con amabilidad el juez Miguel Ángel Villamar; y contó que desde enero no hay Juez de Paz en el municipio, “bueno si lo hay porque soy yo; pero es como si no hubiera, porque no puedo levantar actas porque de Cuernavaca no me han traído el sello”.

El sello se lo debe enviar el Consejo de la Judicatura y tardará en llegar “cuando menos dos semanas; pero no se preocupe vuelva entonces y le ponemos a sus actas fecha de hoy 28”.

Pretendí entonces hablar con la encargada de comunicación social; una señorita Maribel, que en más de tres horas no se apareció.

Subí entonces a ver al alcalde; Benigno Arenales Jahén que ganó el ayuntamiento postulado por el PRD en alianza con el Movimiento Ciudadano.

Mientras terminaba su audiencia y me recibía, leí algunos diarios; y me enteré que había sido asesinado hace pocos días el director de cultura Jorge Armando Paredes Pino; hecho del que daba parte en una esquela la Coordinadora de la Casa de la Cultura de Atlatlahucan, Lucía Arenales García.

Me brincó el apellido por ser el mismo del alcalde, así que esa fue mi primera pregunta cuando lo tuve enfrente luego de darle la queja por sus funcionarios.

¿Es parienta suya, sabe usted que la ley prohíbe contratar parientes?

“Sí, respondió, es mi prima; pero será la dependencia que corresponda si es que se da cuenta, la que me llame la atención y no usted”. Y preguntó ¿qué es usted fiscalizadora o qué?

Soy ante todo una ciudadana que quiere que las cosas funcionen bien… ¿y usted sabe la campaña que hay a nivel nacional para disminuir la obesidad?

“Sí, pero ¿a qué viene tanta pregunta?

A que en pasillos y oficinas de la alcaldía que usted preside, hay enormes refrigeradores que expenden refrescos y comida chatarra…

“Nadie está obligado a comprarla ni a consumirla, la come el que quiere…”

Y respecto a mi queja por la atención en la oficina de adulos mayores, dijo que no cree que eso haya pasado, “al contrario, yo mismo he felicitado siempre a mi esposa porque su personal atiende muy bien…”

¿Perdón?… personal de su esposa dijo usted… ¿Y porque su esposa tiene y maneja personal de la alcaldía? Además vi viejitos esperando mucho rato; pero por pobres que son, no se atreven ni a quejarse del mal trato?

“Me siento agredido por sus preguntas… usted vive en Cocoyoc y la gente de allá, siempre nos quiere tratar con altanería… pero sepa que yo les acabo de hacer un evento a los abuelitos de la comunidad, a los que siempre llevo en el corazón… Y si usted quiere hacer algún reporte, haga lo que quiera…”

Artículos Relacionados

  • Los obispos estadounidenses dan la bienvenida al Papa León XIV

  • Aparecen en tiempos convulsos

  • Visiones diferentes