Abrazados, y solos
Junto a la iglesia de San Martín en Fromista, Palencia
Nuestras cabezas sobre una pieza de piel
Hecha a modo de almohadilla puesta en la testuz
Cual a bueyes uncidos para que no se nos lastime
La coyuntura en frontalera de cabezada
Manoseo a mi amada como cuando manoseaba
Cada una de las fajas que se ponen en el serón
O será grande a lomo de bestia por la parte de abajo
Para mayor firmeza
Besando la línea media de su cabeza
Y poniendo la lengua
En la excavación en que se aloja la glándula lagrimal
De sus grandes ojos azules
Haciendo polea del músculo oblicuo mayor
Con el piquito de la lengua
En el agujero supra orbitario de los dos ojos
Terminando el roce de la lengua
A los lados de las carrilleras
Mientras mis manos cual fajas y adornos como goteras
Guarnecen por lo alto y por lo bajo
Serpenteantes
Dando vueltas y tornos como la serpiente
Alcanzan los bajos de su altar en derrame seroso
Aguardando el caudillo “Serpa” erecto
Que rompa sus labiadas fronteras
Y entierre el sarmiento largo de la vid
Para que forme otra nueva cepa
Como aquel Alejandro de Serpa Pinto
Explorador portugués del África
En la segunda mitad del siglo diecinueve
Provocando a lujuria
Con su cantárida.
Daniel de Cullá escribe desde Burgos, España.
Fuente: ARGENPRESS CULTURAL