Por Isaac Cohen*
El banco central de Estados Unidos, conocido como la Reserva Federal, por ley tiene el mandato doble de fomentar el máximo empleo con estabilidad de precios. Las últimas cifras revelan indicios positivos en ambos objetivos. Hay un mejoramiento sustancial en el mercado laboral, con creación mensual de más de 200,000 empleos durante este año y la tasa de desempleo disminuyendo a menos de 6 por ciento.
Mientras que la inflación ha permanecido, durante más de dos años, debajo del objetivo de 2 por ciento preferido por el banco central. Además, las últimas cifras revelan fuerte crecimiento económico durante el último semestre, revisado en 4,6 por ciento para el segundo trimestre y preliminar de 3,5 por ciento entre julio y septiembre.
No obstante, los salarios siguen rezagados, con el salario por hora creciendo apenas 2 por ciento anualmente durante los últimos cinco años. Asimismo, la lenta inversión comercial privada ha contribuido menos de 1 por ciento al crecimiento económico durante los últimos tres años.
Un nuevo elemento positivo en el panorama económico de corto plazo se deriva de la caída de los precios de la energía. El precio del petróleo ha disminuido 25 por ciento desde julio, lo cual se refleja en la disminución de los precios de la gasolina a $3 por galón.
Eso equivale a una rebaja de impuestos que los consumidores pueden gastar en otros productos. Una estimación es que cada dólar de disminución en el precio de la energía significa $100,000 millones de aumento en el consumo de otros productos.
*Analista y consultor internacional, ex-Director de la Oficina de la CEPAL en Washington. Comentarista de economía y finanzas de CNN en Español TV y radio.