Por Ramón Jiménez
Las obras benéficas que la Comunidad Unida de Chinameca hace desde el norte de Virginia son tan visibles —más que todo a familias y grupos con necesidades especiales— que cada vez que organizan un evento benéfico muchas personas se unen a la causa.
Eso fue lo que ocurrió este sábado por la noche, donde amigos de Bolivia, Cuba, España, Puerto Rico, República Dominicana, de Estados Unidos y otros países, se unieron en un solo esfuerzo durante una cena de gala en el centro histórico de la ciudad de Fairfax, que por lo visto alcanzó los objetivos trazados por los organizadores.
“Gracias a sus constantes esfuerzos y sacrificios son muchas las obras que hemos podido realizar en beneficio de personas enfermas, pobres y con diferentes necesidades, no solo aquí en este país [en el área metropolitana de Washington] sino también en nuestro querido El Salvador”, dijo Francisco Castro fundador y presidente de esa organización.
Castro reconoció los momentos difíciles por la crisis económica que Estados Unidos está atravesando, enfatizando que todas las adversidades en vez de debilitarlos les da fortaleza, que alimenta la fe que los integrantes de la Comunidad de Chinameca tienen, para seguir adelante con las obras de caridad que han venido haciendo.
En esa ciudad del oriente salvadoreño y sus cantones y colonias que la rodean, la organización ha desarrollado una serie de proyectos de beneficio individual, familiar y colectivo con énfasis en la educación, salud, vivienda y otros proyectos dirigidos a comunidades marginales, que de otra forma no se verían beneficiadas.
“Son catorce años que venimos apoyando el Hogar Padre Vito Guarato [en Los Planes de Renderos, al sur de la capital salvadoreña], donde han sabido apreciar y utilizar los recursos que de todo corazón les hemos donado, por eso hoy nos encontramos reunidos una vez mas para decirles que no están solos y que con la bendición de Dios estaremos siempre al lado de ellos, listos para ayudarlos”, destacó.
Son más de 100 mil dólares los que esa comunidad ha donado gracias al esfuerzo de los donantes y de los voluntarios, que suman alrededor de 50, la mayoría en el área de Washington y el resto en territorio salvadoreño. Esperan que los fondos del evento de este sábado puedan una vez más beneficiar a los niños y jóvenes con discapacidades del Hogar Padre Vito Guarato.
En la ciudad de Chinameca, departamento de San Miguel, este año la organización donó una casa a una señora quien debido a su pobreza no podía gozar de la comodidad que ahora tiene en la vivienda que le construyeron.
De igual forma, esa organización también colaboró este año con personas enfermas, ayudándoles a subsanar los altos costos de sus medicamentos.
Además, cuando las cenizas del volcán Chaparrastique [que hizo erupción en fechas recientes] afectaron a la población de Chinameca, fueron solidarios con los daminificados, haciéndoles llegar sus donativos.
“Estas son algunas de las tantas obras de solidaridad que hacemos para beneficio de personas en necesidad”, puntualizó Castro, quien fue confirmado como asesor del Hogar Padre Vito Guarato, según confirmó este sábado el director de esa institución Ernesto Cuestas.
«Francisco Castro incluso puede ser llamado a integrar la junta directiva de nuestra institución por la estrecha relación que ha mantenido con nosotros a través de los años», confirmó Cuestas.
