América Latina: La región más violenta de mundo

Por David Corcho

América Latina encabeza la lista mundial de las regiones más violentas del mundo, indicó un informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

De acuerdo con los datos de la organización, en la última década ocurrieron más de 430 mil homicidios en todo el continente, una cifra -según dice- que ha alarmado a los gobernantes y a la comunidad internacional.

Para las instituciones globales, el derecho internacional y los Estados nacionales, la plena vigencia de todos los derechos humanos configura la matriz de lo que, en un Estado de Derecho, debe ser el primero de todos los principios: la seguridad humana.

Por zonas geográficas, Centroamérica se clasifica como la más violenta, con 41 muertes cada 100 mil habitantes, mientras que América del Sur promedia 20, el Caribe 17 y Norteamérica 10.

Nueve de los 15 países más violentos del mundo -agrega el informe- se encuentran en el continente americano: el peor de todos es Honduras, con un promedio de 90 homicidios por cada 100 mil habitantes.

Jamaica (41), Islas Vírgenes (39), El Salvador (39), Belice (39), Guatemala (38), Saint Kitts y Nevis (38) y Bahamas con 36,6 figuran entre las naciones más golpeadas por este flagelo.

En gran medida la responsabilidad de esos delitos concierne a las formas de la violencia organizada por el narcotráfico, que busca mantener su dominio en las áreas del tráfico de drogas, lo que provoca choques frecuentes por el control de aquellas.

Una mención especial -por el carácter sangriento y el encono galopante- merecen los grupos conocidos en todo el mundo como «maras». Fueron asociaciones originadas en la ciudad estadounidense de Los Ángeles (California), desde la segunda mitad del siglo XX, con el propósito de proteger a los emigrantes latinos en ese estado de la Unión.

Pero hoy día han degenerado en pandillas criminales en toda América del Norte y Central, donde actúan en zonas suburbanas o poco pobladas a modo de un Estado paralelo. Su número -añade la ONUDC- alcanza los 70 mil miembros.

La revista Foreign Affairs Latinoamérica argumenta a su vez que el problema a menudo se contamina y agrava por causa del narcotráfico. Las bandas del crimen organizado asolan ciudades y barrios atemorizando a los ciudadanos.

América Latina está muy expuesta en ese sentido, pues se ubica próxima a los mercados mundiales de la droga en Estados Unidos y Europa, con sectores que ven en la producción y el mercado de esta una actividad infinitamente más rentable que cualquier otro lícito, según la publicación.

Antonio Mazzitelli, representante de la ONUDC en México, considera que las causas económicas están en el centro del recurso a la violencia en el continente.

«El desarrollo económico y social de estos últimos 30 años comportó profundas desigualdades, lo que constituye uno de los elementos que explican la violencia», asegura.

«Aquellos que no se pudieron beneficiar de esas oportunidades económicas (…) encontraron en los mercados paralelos el medio de enriquecerse a través de las redes criminales», agrega el especialista.

Además de estas causas de orden económico y social, Mazzitelli apunta que muchas veces no se toma en cuenta la violencia familiar, sobre todo contra la mujer, producto de una cultura machista antiquísima e inveterada.

Aldo Panfichi, sociólogo en la Universidad Católica de Lima, también destaca los escasos medios de que disponen algunos Estados y su frecuente corolario: la corrupción.

«La delincuencia común crece más porque hay corrupción policial y judicial. Eso debilita la capacidad del Estado y las instituciones», que en algunos países son impotentes para enfrentar «la acción del narcotráfico, que destruye la institucionalidad democrática».

El académico limeño concluye arguyendo que la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento del Estado es un requisito indispensable para combatir la violencia.

Fuente: Prensa Latina/ARGENPRESS.Info

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