
Por Alberto Nájar
La primera reacción de muchos que han visto la película «Malacrianza» fuera de El Salvador es de incredulidad. «¿Y esto pasa, es posible?» preguntan al director, Arturo Menéndez.
Sí, responde.
«Malacrianza» cuenta el caso de Don Cleo, un humilde vendedor de piñatas de San Salvador, la capital del país centroamericano, que un día recibe una nota de extorsión donde le plantean un plazo de 72 horas para entregar US$500. De lo contrario, será asesinado.
Y lo más grave, dice el director, es que en la vida cotidiana de los salvadoreños existen historias peores que las que se narran en su filme.
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En la historia, el hombre intenta conseguir el dinero con amigos y familiares, pero en todos los casos la respuesta lo desilusiona: nadie lo ayuda.
Recurre incluso a la policía, suplica que lo dejen dormir en el cuartel, pero también es rechazado.
Es algo que lastimosamente se vive a diario, el tema de la extorsión
Arturo Menéndez, director de «Malacrianza»
Entonces decide plantar cara a los supuestos extorsionadores, de la misma forma que miles de salvadoreños lo hacen de forma cotidiana: superando el miedo y con la puerta abierta a la esperanza.
El guión de «Malacrianza» está basado en una historia real, «o en varias», dice un corto publicitario sobre el filme.
Se trata del primer largometraje de ficción realizado en El Salvador que se difunde en festivales internacionales desde 1969.
Salida al mundo
El filme fue presentado en el Festival Latinoamericano del Instituto Americano de Cine, en la ciudad estadounidense de Washington, con el título «The crow’s nest» y con el gusto que da a los poductores ver el cartel de «Se agotaron las localidades» a la entrada de la sala.
Asimismo, esta semana será parte del Festival Internacional de Cine de La Habana.

Con el apoyo de las productoras Itaca Films/Independent (México) y Sivela Pictures (Canadá), es la primera película salvadoreña en recibir difusión internacional. Hasta ahora, la mayoría de las películas que trascendieron el país han sido documentales y cortometrajes.
La película, titulada «The crow’s nest» en inglés, agotó localidades en su paso por Washington.
El filme de Menéndez muestra uno de los problemas más graves no sólo de El Salvador sino también de Honduras, Guatemala y México, aunque el director insiste en que el filme va más allá la denuncia sobre la violencia en su país.
«Es algo que lastimosamente se vive a diario, el tema de la extorsión, y estas extorsiones de repente son por muy poco dinero pero para mucha gente esto significa muchísimo», le dice el director a BBC Mundo.
Un problema cada vez más común, reconocen autoridades. Entre enero y septiembre la Fiscalía General investigó más de 2.300 denuncias por este delito.
Además, según datos oficiales, en 2013 se detectaron al menos 3.000 teléfonos móviles nuevos desde los que se realizaban llamadas de extorsión.
Muchas se originan desde las prisiones. Tan sólo de la cárcel de La Esperanza, cercana a la capital, se realizaron en los primeros meses de este año más de 11.000 llamadas, muchas de ellas para extorsionar, señalan las autoridades.
Reflexión
«Malacrianza» fue filmada en San Salvador en zonas con presencia de pandillas, como el barrio de Mejicanos. Fue un proceso complicado, reconoce el director.
«Tuvimos que pedir permiso a una pandilla para poder filmar. Ellos nos decían: ustedes por favor no traigan policías, les aseguramos que van a estar seguros».
«Era como estar en la jaula de un león que en cualquier momento se puede despertar de mal humor».

La película muestra el recorrido de Don Cleo por los barrios de la capital salvadoreña y los personajes que lo acompañan –junto con sus circunstancias particulares- son parecidos a muchos residentes de Centroamérica.
Pero no se queda sólo en la violencia. «Es como decir: ‘Señores, miren lo que está pasando dentro de sus casas'».
Una llamada de atención sobre la realidad centroamericana que, a partir de la proyección del filme en mercados internacionales, busca llegar más allá de la región.
«No tiende a culpar nadie, es como una reflexión de los momentos complicados del país», apunta Menéndez.
