Expertos de la ONU en derechos humanos se declararon hoy preocupados por decisiones judiciales en Estados Unidos que impiden el procesamiento de policías involucrados en la muerte violenta de los afronorteamericanos Michael Brown y Eric Garner.
En un comunicado, los relatores especiales para Asuntos de Minorías, Rita Izsák; Formas Contemporáneas de Racismo, Mutuma Ruteere; Ejecuciones Extrajudiciales, Sumarias o Arbitrarias, Christof Heyns, y para el Derecho a la Libertad de Reunión y Asociación Pacíficas, Maina Kiai, consideraron legítimas sus preocupaciones.
Generan alarma los dictámenes del gran jurado, ante las complicadas evidencias existentes en ambos casos, advirtió Izsák.
Según la experta húngara, un juicio a los agentes garantizaría que todos los detalles sean tenidos en cuenta y «la justicia tome su propio curso».
Las decisiones dan lugar a dudas legítimas sobre la presencia de un patrón de impunidad cuando las víctimas del uso excesivo de la fuerza son afronorteamericanos u otras comunidades minoritarias, precisó.
Michael Brown fue ultimado en agosto último en Ferguson, Missouri, por un policía blanco que le disparó pese a estar desarmado, mientras Eric Garner murió asfixiado un mes antes durante un arresto en el condado neoyorquino de Staten Island.
Al respecto, Ruteere llamó la atención de que las continuas evidencias llevan a pensar en la existencia en Estados Unidos de una práctica discriminatoria de policías empeñados en seleccionar a personas negras para su control, a partir de perfiles raciales.
Esta situación debe ser encarada con urgencia, vemos numerosas quejas de afronorteamericanos por ser sometidos de forma desproporcionada a procedimientos de seguridad, los cuales con frecuencia incluyen la fuerza letal, señaló.
A propósito de los recientes casos de Brown y Garner, el relator Heyns recordó que la fuerza letal solo debe emplearse cuando sea absolutamente necesaria para salvar vidas, de acuerdo con las leyes internacionales.
«Las leyes en Estados Unidos son mucho más permisivas, creando una atmósfera que no limita lo suficiente el uso de la misma, lo que debe ser revisado», alertó el experto a cargo de las Ejecuciones Extrajudiciales, Sumarias o Arbitrarias.
La brutalidad policial contra ciudadanos negros en el país norteño y las decisiones judiciales de no actuar contra ella han provocado protestas en toda la Unión.
Para la relatora Kiai, debe entenderse la frustración ante posturas que los manifestantes califican de injustas, aunque las movilizaciones tienen que transcurrir en un ambiente pacífico.
Resulta esencial que las demostraciones no aticen la violencia, y que los cuerpos de seguridad faciliten el derecho a protestar, dijo.
En días recientes, otros expertos y funcionarios de Naciones Unidas, entre ellos el alto comisionado para los Derechos Humanos, Zeid Raad Al Hussein, expresaron preocupación por la brutalidad policial y su componente racial en Estados Unidos.
También el Comité de Naciones Unidas contra la Tortura abordó el tema el mes pasado, cuando Washington compareció en Ginebra ante el órgano encargado de velar por el cumplimiento de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos y Castigos Crueles, Inhumanos y Degradantes, un ejercicio periódico que realizan los 156 estados partes del instrumento adoptado en 1984.
Fuente: Prensa Latina/ARGENPRESS.Info
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James Petras: «En EE.UU. cada 24 horas un policía mata a un ciudadano»
Durante una de las emisiones del programa radial de la RNMA, Enredando las mañanas, pudimos conversar con el sociólogo estadounidense James Petras, a raíz de los hechos sucedidos en la ciudad Ferguson, Missouri, luego de la eximición de juicio que recibió el policía Darren Wilson, que había asesinado al joven Michael Brown de origen afroamericano. Nos contó cómo está el clima social tras las jornadas de protesta y represión.
-James Petras: Aquí, más allá del clima, estamos satisfechos porque entre ayer y hoy hay más de ciento sesenta ciudades marchando, atacando el sistema judicial, la policía y a las autoridades políticas que los apoyan. Hay un levantamiento generalizado muy positivo porque reconocen que vivimos en un estado policial donde, detrás de la fachada democrática, la policía manda.
-Enredando las mañanas: El policía, un muchacho joven, de 28 años y dice que lo hubiera hecho con cualquiera. ¿Si hubiera sido un blanco qué pasaba?
-JP: Cada veinticuatro horas un policía mata a un ciudadano. En la gran mayoría de los casos, las víctimas están desarmadas. Hay un problema nacional y que ha afectado grandes sectores, principalmente a afroamericanos y latinos. Lo que pasa es que el caso en Ferguson es el detonante por la protesta, pero hemos visto en Nueva York casos muy similares. Hace unos días una pareja de novios estaba en un departamento, la policía bajando, ellos subiendo, y de repente la policía saca la pistola y los mata. Dijo que tenía miedo, que, en la oscuridad, escondía un arma. Pero el tipo estaba abrazando a su novia. Eso se repite en Los Ángeles, Chicago, en cualquier lado. Hay una guerra contra la población aquí concentrada en los negros y latinos. Matan constantemente gente en la frontera tratando de entrar al país para escapar de la crisis económica en México y Centroamérica.
-ELM: Algo similar ocurre en la Argentina, no puntualmente con jóvenes negros, pero sí con lo que aquí se llama «negros», aunque no sean afroamericanos: los pibes pobres de los barrios de todo el país solo por ser sospechados de portar armas, y después, en la mayoría de los casos, queda claro que no es así. ¿Es una situación global, sistémica?
-JP: Tiene que ver con la política económica de fondo. Hay concentración de riqueza, grandes desigualdades, gran reserva de trabajadores mal pagados, desocupados, semiocupados. El sistema de poder tiene miedo de que estos actores populares puedan organizarse, entonces siembran divisiones para conquistar, o son los negros contra los blancos o los latinos contra los no latinos, entre trabajadores blancos sindicalizados y no sindicalizados. Es dividir y conquistar y fomentar el racismo como instrumento para que las clases populares luchen entre sí. Aparte del problema socioeconómico, es la falta de igualdad frente a la ley. La impunidad aquí para los millonarios es espantosa. Las grandes estafas que afectan a millones de personas en suspensiones, jubilaciones que han perdido, y los grandes estafadores del City Bank, del Morgan, solo pagan un (…). No hay ningún gerente que haya destrozado a millones de personas que haya pasado un día en la cárcel, mientras una persona humilde que roba un pan sirve unos o dos años, o si está fuma marihuana, cinco años. La desigualdad en la ley y la corrupción del sistema judicial que permite la impunidad es la explicación en Ferguson. El procurador, que supuestamente busca defender a la víctima, presentó la cosas de una forma que favorece a su antagonista —la policía― citando testigos que hablan a favor de la policía, escondiendo documentación que prueba que la policía tenía toda la responsabilidad. El procurador y el juez actúan para perjudicar la audiencia en favor de la policía. Los parientes han echado mirada de los procedimientos, y dicen que el proceso es trucho, es corrupto.
-ELM: ¿Cómo se posiciona Obama, cómo lo ve la sociedad en este caso?
-JP: La gente que ha estudiado el régimen de Obama dice que es una galleta: negro por fuera y blanco por dentro. Habla como si fuera representante de los afroamericanos, pero cuando ocurre una masacre como esta o encarcelamiento de manifestantes progresista, los acusa de violentos en vez de investigar la violencia de la policía, que ha tirado balas de goma, gas lacrimógeno, pegando a la gente con bastones. Él castiga a los manifestantes. En vez cuestionar el procesamiento político, lo defiende. Es un representante tanto interno como externo del gran capital blanco. El hecho de que su piel es de color no tiene nada que ver con su política, su política es defender al imperialismo en el exterior, los fondos buitre en la Argentina, el espionaje en todas partes y aquí, en el caso de Ferguson, dando conferencias defendiendo a la policía y condenando lo que él llama la violencia. Pero es muy curioso, debemos analizarla, porque los medios están dando muchas imágenes de violencia. Pero ocurre que la violencia solo está afectando a empresas afroamericanos, ninguna empresa, ningún supermercado blanco está afectado. Eso puede significar que hay provocadores que están usando a la policía para sacar imágenes de violencia. Las pequeñas tiendas, los pequeños restoranes en barrios afroamericanos son los afectados. Tengo la sospecha de que los actos violentos son producto de provocadores, porque hay cientos de manifestantes predominantemente afroamericanos que marchan pacíficamente, pero que son atacados por la policía. Hay más de sesenta presos ahora, la ciudad está copada por la Guardia Nacional, hay dos policías por cada manifestante.
-ELM: ¿Estas manifestaciones que se están dando en la calle son policlasistas o son las clases más vulnerables?
JP: En Nueva York, por ejemplo, en Time Square, en Manhattan, la mayoría son blancos, los afroamericanos pueden ser entre el 40, 50%. Hay blancos, asiáticos, latinos, cristianos, musulmanes, judíos involucrados. Ahora, hasta qué puntos hay ricos, es otra cosa. La gran mayoría es de las clases populares, clase media, trabajadores del tránsito, del subterráneo.
Fuente: RNMA – LA RETAGUARDIA/ARGENPRESS.Info