Algo de lo que no entiendo

Por Teresa Gurza.

Como acaba de pasar mi cumpleaños pienso si no será por la edad que voy teniendo, que cada vez entiendo menos algunas cosas que pasan en nuestro país.

No entiendo por ejemplo, que la policía los aprese diciendo que son culpables; muestre fotos de los desmanes que supuestamente cometieron y los lleve en avión a las cárceles de Veracruz y Tepic…para a los pocos días dejarlos sueltos por inocentes.

Entiendo que los granaderos pudieron  haberse equivocado apresando dos, tres y hasta seis sin nada que ver, ¿pero todos?

Entiendo que son causas legítimas para el hartazgo y las marchas, la desigualdad, la pobreza, las pocas oportunidades para la mayoría de los jóvenes y las malas condiciones en que viven millones de viejos; todo frente al despilfarro de recursos públicos y la ostentación que de ello se hace en las redes.

Pero no entiendo la razón para dejar en la impunidad a encapuchados que queman y saquean edificios públicos y comercios; toman carreteras, cierran accesos al aeropuerto y atemorizan a la población; y como la historia es maestra, me pregunto si serán ellos los nuevos halcones y porros y a quien sirven y quien les paga.

No entiendo que el Presidente llame a “superar la etapa de dolor”, siendo que se dice no ha declarado Abarca; lo que se afirmaba sería definitivo para aclarar lo sucedido con los normalistas de Ayotzinapa.

Ni que tras la renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas decenas de perredistas acusen a su partido de crímenes y corrupción, pero sigan militando y disfrutando cargos y canonjías.

Ni a los panistas que se espían, mochean, y critican unos a otros, pero no se van.

Tampoco entiendo que a ratos se diga en la izquierda y la derecha, que Peña Nieto es “creación” de las televisoras y se debe a los intereses empresariales que esos “poderes fácticos” representan y las reformas han favorecido; y ahora aleguen que los “poderes fácticos” están contra las reformas y detrás de las demandas para que el Presidente renuncie.

¿Por fin? ¿Tenemos varios grupos de “poderes fácticos” con intereses opuestos; o las televisoras y los empresarios lo apoyan y desapoyan, según se ofrezca?

¿Y quiénes serán los acusados por Peña de generar desestabilización? ¿López Obrador, Calderón, algún priísta resentido, o empresarios a los que ha beneficiado?

No entiendo el motivo para que predicadores gringos o semigringos estén sermoneando por televisión; ni para que las dos cadenas tengan dos canales que solo repiten lo del principal.

Sigo sin entender porque insistimos en enriquecer a los dueños de los partidos con dinerales que servirían para combatir desigualdad y pobreza, si ni con esas millonadas hemos evitado que les entre “dinero sucio” -que también viene a ser de todos- y ya sabemos hubo campañas “apoyadas” con recursos que no eran precisamente del viejo IFE.

¿Y en que quedó esa noticia de las firmas falsas que varios partidos presentaron al actual INE, para “avalar” sus peticiones de consultas ciudadanas?

No entiendo porque se tolera en Pemex funcionarios y personal tan  descuidado, omiso, inútil o corrupto, como para no impedir ocho mil 947 robos de gasolina entre el 2006 y este 2014; con lo que el país perdió 15 mil 300 millones de pesos cada año; si llevan estadísticas que les dicen que en Guanajuato es donde más se roba, ¿por qué no actúan?

Ni porque no hubo consecuencias legales para el autollamado gobierno del cambio, por haber comprado un predio con sobreprecio del 525 por ciento, para la nueva sede del Congreso de Morelos.

O el motivo para no aplicar la ley a Óscar Arellano Pérez, que como titular de la Coordinación Técnica de Bienes y Servicios del IMSS dio contratos multimillonarios a Fármacos. Especializados, y es hoy a meses de dejar el cargo, alto directivo de esa empresa.

No entiendo la insolente respuesta del vocero presidencial al declarar, que el tema de la casa blanca está cerrado; ¿así nomás?…

Ni que mientras nosotros seguimos acá dejándonos, hasta en Tailandia -donde el rey Bhumibol Adulyadej de 86 años tiene estatuto de semidios- se haya detenido por corrupción a la familia de la esposa del príncipe heredero.

Y menos entiendo porque soportamos senadores de tal modo inconscientes y frívolos, que piensan que este país expoliado y dolido está feliz de saber que ellos se regalarán esta Navidad, sus retratos hechos de chocolate.

 

 

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