El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo este viernes que seguía con preocupación los últimos acontecimientos en Venezuela y volvió a hacer un llamado a un diálogo entre gobierno y oposición.
«Nos preocupan, por supuesto, los últimos acontecimientos. Hemos manifestado –en privado y en público– nuestro deseo de que a los opositores se les respeten sus derechos», dijo Santos.
«Hemos pedido la libertad de Leopoldo López. En el caso del alcalde Antonio Ledezma, también esperamos que cuente con todas las garantías para un debido proceso», agregó el mandatario, quien insistió en que hacía sus señalamientos desde el respeto.
Según el presidente colombiano, a Colombia le interesa, duele y preocupa lo que pasa en Venezuela «no solo porque es una nación hermana con una historia común –con la que compartimos 2.200 kilómetros de frontera– sino porque cerca de 4 millones de colombianos viven en su territorio».
Según el corresponsal de BBC Mundo en Colombia, Arturo Wallace, en el pasado declaraciones similares de Santos o sus fincionarios han generado duras reacciones por parte del gobierno venezolano y eso se notó en el cuidadoso lenguaje empleado por el mandatario.
«Pero la presión interna estaba aumentando, en medio de cada vez más denuncias de supuestos maltratos a ciudadanos colombianos y las acusaciones de complot hechas por el presidente Nicolás Maduro en contra de periodistas y políticos colombianos que han criticado su desempeño», relató nuestro corresponsal.
«Y cada vez eran más las voces que sugerían que Santos y Colombia sólo se mantenían callados por el apoyo de Venezuela al proceso de paz con la guerrilla de las FARC», agregó.
En su alocución, Santos agradeció una vez más ese apoyo y afirmó que no existía en Colombia «complot alguno» contra el gobierno venezolano.
