Chucky Taylor, el primer estadounidense condenado por tortura en el extranjero

Chucky Taylor es el hijo de Charles Taylor y Bernice Emmanuel.
Chucky Taylor es el hijo de Charles Taylor y Bernice Emmanuel.

Mucho antes de que se convirtiera en el primer ex jefe de Estado en ser condenado por crímenes de guerra por una corte internacional desde los juicios de Núremberg, el liberiano Charles Taylor tuvo un hijo en Estados Unidos.

Ese hijo, Charles «Chucky» Taylor, nació en 1977 y en unas décadas, tras un recorrido muy inusual que lo llevó desde el estado de Florida hasta Liberia, terminaría volviéndose casi tan infame como el exmandatario.

Chucky jugó un rol importante en Liberia en la Unidad Antiterrorista, una temida organización paramilitar cuyos crímenes fueron especialmente brutales cuando intentaba acabar con una rebelión que comenzó en 1999.

Pero Taylor, el hijo, trató de dejar ese pasado atrás, se estableció en Trinidad y se dedicó a la música, hasta que en 2006 su pasado le alcanzó en un avión rumbo a Miami.

En 2008 y tras un juicio en Florida, se convirtió en el primer ciudadano estadounidense en ser condenado en una corte del país por cometer actos de tortura en el extranjero.

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Guerra sangrienta

Chucky nació en Boston, Massachusetts, donde estudiaba su padre y vivía su madre, Bernice Emmanuel, una joven de sonrisa amplia y piel clara, originaria de Trinidad.

Taylor muy pronto regresó a Liberia, mientras Bernice se llevó a Chucky a Florida, donde según Dwyer tuvo una vida promedio, con amigos y amoríos juveniles.

Charles Taylor
Charles Taylor jugó un papel fundamental n la guerra civil de Liberia, país del cual fue presidente.

 
 

Pero en plena adolescencia, cuando abandonó la escuela y comenzó a tener problemas con la ley, su madre decidió enviarlo a África. Era el verano de 1992.

«Como ella me explicó a mí, era el turno de Charles Taylor (de encargarse de él), era el turno de su padre», le dijo a BBC Mundo Johnny Dwyer, autor de American Warlord, un nuevo libro que narra la escabrosa historia de Chucky.

Cuando Bernice tomó esa decisión, Liberia estaba inmersa en una guerra civil que copaba los titulares del mundo por su carácter sanguinario y por el impacto que tuvo en toda la región.

Se estima que unas 250.000 personas murieron durante el conflicto entre 1989 y 2003 y muchos miles más escaparon. El país quedó arruinado económicamente y con un estigma del que aún no se recupera del todo.

Chucky Taylor
Chaucky Taylor fue sentenciado a 97 años de prisión.

 
 

Uno de sus mayores protagonistas fue Charles Taylor, quien participó en la guerra civil primero como rebelde al comienzo de los años 90 y luego como presidente del país, entre 1997 y 2003.

Y su hijo estadounidense pronto le seguiría los pasos. Chucky dejó Estados Unidos, se radicó en Liberia y desde 1998 asumió, según Dwyer, el liderazgo de la Unidad Antiterrorista.

«A medida que lo conocí (a Chucky) y entendí qué tipo de individuo era en el contexto de sus cargos criminales, él se reveló como una cara cotidiana de la maldad», concluye Dwyer.

«Lo que es el mal en términos de su carácter personal fue a la vez cautivador y repugnante».

Diamantes y armas

Pero Chucky Taylor no se quedaría por siempre en Liberia.

Cuando su padre se vio forzado a dejar la presidencia en 2003 y escapar a la cercana Nigeria, Chucky también decidió partir y pasó un periodo en Trinidad, donde tenía una conexión personal por el origen de su madre y donde intentó trabajar como un artista de hip hop.

«A cada ambiente al que llegó, él se integró en cualquier subcultura», dice Dwyer.

«En Liberia se implicó en el estado de seguridad porque ahí estaba la línea más perceptible hacia el poder para él».

«En Trinidad se involucró en la música».

Chucky quería tener una vida anónima, pero en 2006, mientras intentaba tomar un vuelo a Miami, fue arrestado por las autoridades migratorias y más adelante acusado formalmente por su rol en la guerra civil de Liberia.

Johnny Dwyer
Johnny Dwyaer asegura que su libro es sobre Chucky Taylor, pero también sobre los vínculos entre Estados Unidos y Liberia.

 
 

Su juicio, en Florida, fue descrito como el primero bajo una ley estadounidense de 1994 que asegura que un acusado de cometer actos de tortura en el extranjero puede ser juzgado en Estados Unidos, siempre y cuando sea estadounidense o se encuentre en el país.

En 2008, Chucky Taylor fue condenado por tortura y a principios del año siguiente sentenciado a 97 años de prisión.

Su padre también fue detenido y luego condenado por la Corte Especial para Sierra Leona por su participación en la guerra civil en Sierra Leona, un país que limita con Liberia y donde también se llevó a cabo una guerra civil muy dramática en los años 90.

Taylor fue acusado de apoyar a rebeldes responsables de amplias atrocidades en ese país, en especial vendiendo diamantes en su nombre y comprando armas para ellos.

En 2012, fue sentenciado a 50 años de cárcel.

Así, la historia de los dos Taylor, el padre y el hijo, terminaría para ambos tras las rejas.

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