
La policía brasileña reportó la muerte de ocho hombres en la sede de Pavilhao Nove, un grupo de aficionados del Corinthias, el equipo de fútbol de Sao Paulo.
Según las autoridades, los aficionados habían organizado una barbacoa y estaban preparando unas pancartas antes de un partido el sábado por la tarde cuando hombres armados irrumpieron en el local.
Los atacantes ordenaron a siete de los seguidores que se tumbaran en el suelo antes de dispararles.
La octava víctima fue alcanzada por un tiro cuando trataba de huir, según fuentes policiales.
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La policía sospecha que el grupo podría tener vínculos con bandas criminales y considera que los asesinatos podrían deberse más a una disputa por drogas que a un tema futbolístico.
«La línea de investigación no nos está llevando a creer que fue causa de la rivalidad entre aficionados», dijo el detective Arlindo José Negrao a la agencia de noticias Associated Press.
En Brasil la violencia en el fútbol es un problema creciente tanto directa como indirectamente, ya que los partidarios de equipos en varias ciudades importantes usan su lealtad al club para organizar actividades criminales fuera de los estadios, reporta el corresponsal de la BBC Wyre Davies desde Río de Janeiro.