Declaración de la Red Por la Paz y el Desarrollo de Guatemala.
Rechazamos profundamente las decisiones de la Administración Obama de continuar dividiendo familias por medio de redadas dirigidas a “ciertos sectores” de la comunidad migrante, las cuales afectan directamente a familias de migrantes de Guatemala.
No es justo y es inhumano dividir familias por intereses electorales. La inmigración no es un instrumento de propaganda. Las políticas represivas son equivocadas: solamente provocan temor y zozobra en familias migrantes que no son criminales y buscan una oportunidad de vivir mejor, en paz y libre de violencia.
Apoyamos soluciones prontas, ya sean temporales (como el Estatus de Protección Temporal, TPS) o permanentes (reforma amplia e integral) que puedan significar una oportunidad de que nuestras comunidades migrantes puedan salir a luz y trabajar y vivir en paz. Saludamos así la decisión de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos de escuchar a las partes querellantes antes de tomar decisión con respecto a los programas DACA/DAPA.
Si bien fue importante que el Presidente de Guatemala, Jimmy Morales, aprovechara la atención internacional durante su toma de posesión para solicitar al Vice-Presidente Biden el TPS para guatemaltecas y guatemaltecos, dicha solicitud no prosperará si no se convierte en una petición formal, debidamente documentada, del Gobierno de Guatemala, que obligue a una respuesta del Gobierno de Estados Unidos dentro de un plazo perentorio.
Creemos firmemente que las medidas implementadas por los gobiernos guatemaltecos de turno en materia de migración solamente han sido parches destinados a aliviar algunos aspectos del fenómeno y no a atacarlo de raíz. Un aspecto nuevo, que el gobierno aún no enfrenta, es el de las y los guatemaltecos que han sido deportados de Estados Unidos, que en lo que va de la primera quincena de enero ya suman más de 1,100 personas.
Urge la definición de políticas y programas claves, así como la reforma de los escasos instrumentos de apoyo a las y los migrantes. El cabildeo en Washington no ha tenido sentido y CONAMIGUA ha fallado estrepitosamente. Esta entidad, en ocho años, no ha contribuido en nada al bienestar de las y los migrantes guatemaltecos que viven en los Estados Unidos, mucho menos en otros países. Abogamos por su inmediata y profunda reforma.
La RPDG reafirma su compromiso con el respeto y defensa de los derechos de las y los migrantes, en general, en consonancia con los planteamientos de las Naciones Unidas y el Papa Francisco, particularmente de las y los guatemaltecos, que hemos sido sistemáticamente discriminados y perseguidos.
Ante la incapacidad de los sucesivos gobiernos y congresos de Estados Unidos de realizar una reforma de la ley de inmigración, seguiremos insistiendo en otras modalidades ejecutivas de protección legal, como lo hemos venido haciendo por más de 20 años con el tema del TPS.
Insistimos en las reformas necesarias en la legislación estadounidense, sin dejar por ello de continuar apoyando las luchas de nuestras comunidades en Guatemala por los derechos humanos y los derechos de los pueblos indígenas. Nuestra lucha continuará en todas partes.
Comité Ejecutivo RP