Por Juan Hidalgo
Fueron un año y siete meses lo que duró el gobierno derechista de Pedro Pablo Kuczynski en el Perú, quien no tenía otra salida que renunciar a su cargo ante lo que se vaticinaba iba ser una «masacre» su presentación ante el Congreso nacional, para tratar de explicar presuntas irregulares transferencias a sus empresas vinculadas al Grupo Odebrecht (GO) y lo más grave, lo acaecido en las horas previas a su dimisión: un presunto soborno a congresistas de la oposición para que no voten contra su vacancia, lo cual fue registrado en unos audios y videos.
En su último discurso a la nación, el presidente peruano justificó que dio un paso al costado para evitar ser un escollo a las investigaciones sobre transferencias monetarias, pero denunció que la comisión congresal Lava Jato a cargo de las pesquisas por el tema Odebrecht, violó la reserva de las informaciones con el fin de perjudicarlo, y que no tuvo ninguna participación en los videos y audios propalados que lo involucran.
El futuro de PPK es incierto ahora, el Congreso nacional peruano aún no ha aceptado su renuncia y en la sesión del jueves 22 se decidirá si se acepta o si se continúa con el proceso de vacancia constitucional, debido a los serios cargos imputados por la oposición y si se le tramita alguna orden de restricción, para asegurar que continúe afrontando las investigaciones tanto de la Fiscalía de la Nación como del Congreso, teniendo en cuenta los vínculos y contactos de Kuczynski con el gobierno de Estados Unidos.
Mientras tanto se espera que el primer vicepresidente peruano Martín Vizcarra, quien se desempeña como embajador peruano en Canadá y quien anteriormente hizo un guiño a una renuncia a la presidencia en solidaridad con Kuczynski, asuma el poder de acuerdo a la línea de sucesión estipulada en la Constituciớn peruana, ya que nunca imaginó hacerse de la presidencia del país dado su corta trayectoria política que se inició como gobernador regional de un departamento al sur del Perú.
Es por esto último y su perfil bajo, que su eventual asunción al poder es aprobada por la mayoría de fuerzas políticas del país, de lo cual no goza la segunda vicepresidenta Mercedes Araóz, que ha sido criticada por su incondicionalidad al presidente Kuczynski cuando estuvo en el poder y ahora por haber sido involucrada también en los videos sobre sobornos contra la vacancia, lo cual la han puesto en la mira de un posible desafuero político dado que también es congresista de la república.
Es así como termina la carrera política de Kuczynski, quien desde que fue proclamado ganador de las elecciones presidenciales en junio del 2016, sabía él y sus aliados que no iba ser un gobierno fácil, puesto que tenían al frente un Congreso con una amplia mayoría opositora del movimiento político cuya representante Keiko Fujimori, heredera del exmandatario Alberto Fujimori (1990- 2000) nunca le perdonó haber perdido por una diferencia de un porcentaje de los votos populares, luego de haber ido encabezando las preferencias óelectorales, deslizando incluso un posible fraude electoral con ayuda del gobierno saliente de Ollanta Humala, uno de sus más encarnizados enemigos políticos y a quien no le convenía un gobierno fujimorista.
El calvario de PPK comenzó desde que en diciembre del año pasado se conocieron transacciones del GO a las empresas de su propiedad (entre los años 2004 y 2007) First Capital y Westfield por más de 4 millones de dólares, cuando entonces se desempeñaba como ministro de estado del Perú bajo el gobierno de Alejandro Toledo.
Denuncias que lo llevaron a afrontar un pedido de vacancia por parte del Congreso nacional del que sorpresivamente pudo salir bien librado a causa de más de una decena de abstenciones a última hora de parte del partido fujimorista —captados por el congresista Kenji Fujimori, hermano de Keiko y ahora rival político,— lo cual catapultó casi inmediatamente el indulto humanitario del expresidente Alberto Fujimori, quien purgaba una sentencia de 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad, y que ahora corre el peligro de ser revertido o anulado dado que fue uno de los puntos por los que una defraudada izquierda peruana, —que contribuyó a no ser vacado antes del indulto ,—esgrimió como una de las razones para ser defenestrado del cargo por incapacidad moral
Este indulto que lo salvó de la primera vacancia fue tomado como una traición por la mayoría de sus votantes, que lo eligieron como el mal menor antes que ganara la hija del hombre al que posteriormente liberó de su presidio y cuya legitimidad de ese derecho de gracia ha sido puesto en duda ante los organismos internacionales, y que viéndolo ahora, fue un mal negocio y lo único que hizo fue prolongar su agonía.
Kuczynski quien es calificado más como técnico que político y que antes fue ministro de Estado del Perú desde los años 80 y que repitió en la década del 2000, es conocido por su habilidad en temas económicos que lo llevaron a ocupar también funciones en el Banco Mundial y diversas compañías transnacionales en diversas regiones del mundo, y con residencia por varias décadas en Estados Unidos, país del que ostentaba la nacionalidad al igual que su esposa e hijas, uno de los puntos por lo que era constantemente atacado por la izquierda peruana que según ellos, lo descalificaba para ejercer la presidencia del Perú
