Eso ocurre mientras el COVID-19 mantiene al margen a reclusos que se desempeñan como bomberos.
Foto: cortesía Democracy Now!
En el estado de California, cientos de incendios forestales provocados por impactos de rayos han aumentado rápidamente su magnitud, avivados por ráfagas de viento y temperaturas récord impulsadas por la crisis climática. El gobernador Gavin Newsom declaró un estado de emergencia a nivel estatal y movilizó a la Guardia Nacional.
El gobernador Gavin Newsom afirmó: “Estamos sufriendo incendios,en su totalidad, de una dimensión tal que no habíamos visto en muchos, muchos años, si tenemos en cuenta los 367 incendios activos de los que tenemos conocimiento en todo el estado de California”.
El espeso humo ocasionado por los incendios ha cubierto partes del norte de California como el Área de la Bahía de San Francisco, donde las llamas han consumido más de 50.000 hectáreas y amenazan con propagarse a decenas de miles de estructuras. El miércoles, en algunas partes de la región, se registró la peor calidad de aire a nivel mundial y los residentes fueron instados a permanecer en sus hogares con ventanas y puertas cerradas.
Mientras tanto, la dependencia del trabajo penitenciario que presenta California ha provocado la escasez de cuadrillas de bomberos. Autoridades penitenciarias han impuesto medidas de confinamiento en 12 de los 43 campamentos de bomberos para reclusos de California debido a un brote masivo de COVID-19 detectado en una prisión del norte de California que sirve como centro de entrenamiento para reclusos, a quienes se les paga solo un dólar por hora para combatir incendios.
