En el Líbano, el número de víctimas fatales tras la explosión de gran magnitud ocurrida el martes en el puerto de Beirut ha aumentado a 137, con decenas de personas aún desaparecidas y más de 5.000 heridos. La explosión arrasó por completo el silo de granos más grande del Líbano, dejando al país con menos de un mes de reserva de cereales.
El gobernador de la ciudad de Beirut sostiene que hasta 300.000 personas han perdido sus hogares a causa de la explosión, lo que agravó la crisis humanitaria que siguió al colapso económico y al aumento de casos de coronavirus en el Líbano.
Las autoridades afirman que la explosión fue provocada por más de 2.700 toneladas de nitrato de amonio almacenadas en un depósito en el puerto de Beirut. Según fue reportado, el fertilizante industrial altamente explosivo fue incautado de un buque de carga arrendado por Rusia con destino a Mozambique en 2013, pero nunca fue adecuadamente almacenado.
El Gobierno libanés ha manifestado que puso a varios funcionarios del puerto bajo arresto domiciliario.