El fiscal general William Barr declaró a los fiscales federales que consideraran la posibilidad de presentar cargos de sedición contra los manifestantes que destruyen propiedad privada, acusándolos de conspirar para derrocar al gobierno de Estados Unidos.
Así lo informó el periódico The Wall Street Journal, que también afirma que Barr pidió a la división de derechos civiles del Departamento de Justicia que considerara la posibilidad de presentar cargos penales contra la alcaldesa de Seattle, Jenny Durkan, por permitir que los manifestantes de Black Lives Matter (Las vidas negras importan) establecieran una zona libre de policía en su ciudad.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles condenó las observaciones de Barr en una declaración: “Tratar la protesta como una forma de sedición es algo que nadie defenderá en un tribunal, pero está claro que ese no es el punto central de este asunto. Es un intento tiránico y antiestadounidense de silenciar las demandas de justicia racial y el fin de la violencia policial”.
Esta noticia llega cuando el periódico The Washington Post informa que el principal oficial de la policía militar del Pentágono trató de desplegar un arma de “rayos de calor” de microondas contra los manifestantes en la plaza Lafayette de Washington D.C. mientras las protestas de Black Lives Matter se extendían hacia las puertas de la Casa Blanca a principios de junio.
Por otra parte, el miércoles el fiscal general Barr comparó las órdenes de quedarse en casa durante la pandemia con una forma de arresto domiciliario. Barr afirmo: “Sin contar el período de esclavitud, esta es la mayor intrusión en las libertades civiles de la historia estadounidense”.