Por Isaac Cohen*
Los mayores bancos de Estados Unidos, cada año, son sometidos por el banco central a “pruebas de tensión,” para determinar cómo responderán a condiciones económicas y financieras adversas. Las pruebas comenzaron durante la Gran Recesión, con las primeras llevadas a cabo en 2009, en medio de la crisis financiera.
Este año, las pruebas de tensión ocurrirán, otra vez, en medio de la incertidumbre y la recesión causadas por la pandemia. Por ende, esta función supervisora de la Reserva Federal ha sido modificada para tener en cuenta la abrupta caída en las condiciones económicas que comenzó en marzo.
La semana pasada, el Vicepresidente de la Reserva Federal encargado de supervisión Randall K. Quarles anunció las modificaciones a las pruebas de tensión de este año, en medio de lo que describió como “este tiempo de incertidumbre extrema.” https://www.federalreserve.gov/newsevents/speech/quarles20200619a.htm
Entre varias incógnitas, el Vicepresidente Quarles identificó el paso de la reapertura, cómo se comportarán los consumidores y si se necesitará otra ronda de contención. Mirando hacia adelante, el nuevo enfoque llamado “análisis de sensibilidad” considera tres escenarios plausibles, basados en las predicciones de muchos pronosticadores.
• Primero, una reactivación rápida en forma de V que recupera mucha de la producción y del empleo perdidos hacia fin de año.
• Segundo, una reactivación más lenta, en forma de U, la cual sólo recupera una porción de las pérdidas de producción y de empleo de 2020.
• Tercero, una recesión de doble caída, en forma de W, con una reactivación breve seguida de una caída severa hacia fin de año, debida a una segunda ola de medidas de contención.
Los resultados agregados del “análisis de sensibilidad” para todos los bancos serán anunciados el próximo jueves.
*Analista y consultor internacional, ex-Director de la Oficina de la CEPAL en Washington. Comentarista de economía y finanzas de CNN en Español TV y radio, TELEMUNDO, UNIVISION y otros medios.