Las manifestaciones se arreciaron tras la muerte de Rayshard Brooks a manos de la policía.
En Estados Unidos, se intensificaron las protestas en la ciudad de Atlanta, en el estado de Georgia, después de que un oficial de policía blanco matara a tiros el viernes a un hombre afroestadounidense de 27 años llamado Rayshard Brooks, quien se encontraba desarmado, en el estacionamiento de un restaurante de comida rápida Wendy’s.
El encuentro fue captado por una cámara de vigilancia y por un testigo. Uno de los agentes en el lugar se acercó a Brooks, quien se había quedado dormido en su automóvil. Los policías interrogaron a Brooks, lo cachearon y le hicieron una prueba de alcoholemia. Durante un altercado, Brooks agarró una de las pistolas eléctricas de los agentes e intentó huir.
En ese momento, uno de los oficiales le disparó a Brooks en la espalda dos veces. En el audio del video de la cámara corporal de uno de los policías, se puede escuchar al agente Garrett Rolfe decir “Lo tengo”. El médico forense del condado de Fulton ha dictaminado que la muerte de Brooks constituye un homicidio. Menos de 24 horas después del tiroteo, la jefa de Policía de Atlanta, Erika Shields, renunció a su cargo y el agente involucrado en el tiroteo fue despedido.
El fiscal de distrito del condado de Fulton, Paul Howard, sostuvo que “[Brooks] no parecía presentar ningún tipo de amenaza para nadie, por lo que el hecho de que [la situación] haya escalado hasta su muerte simplemente no parece razonable”. Estas son las palabras de Chris Stewart, uno de los abogados de la familia Brooks.
Chris Stewart afirmó: “Esa es la jurisprudencia en este caso, que las pistolas eléctricas no son armas mortales. Así que, incluso antes de que escuchemos a sus abogados, que van a decir lo mismo que siempre dicen [en este tipo de casos], yo les digo que no pueden tenerlo todo a la vez. No se puede decir que [Rayshard Brooks] se escapó con un arma que podría matar a alguien y al mismo tiempo afirmar que [la pistola eléctrica] no es un arma mortal”.
Las protestas continuaron en Atlanta durante todo el fin de semana. El sábado por la noche, el restaurante de comida rápida Wendy’s fue incendiado.
Dos hombres negros fueron hallados muertos colgando de árboles en California

En la ciudad de Palmdale, en el estado de California, cada vez son más las solicitudes para que se dé inicio a una investigación independiente sobre la muerte de Robert Fuller, un hombre afroestadounidense de 24 años de edad que fue hallado muerto el miércoles, colgando de un árbol en un parque.
Inicialmente, las autoridades municipales sostuvieron que murió por suicidio y sugirieron que el motivo fue la “angustia” relacionada con la pandemia del coronavirus. No obstante, los seres queridos de Fuller creen que fue linchado y la comunidad ha estado llevando a cabo protestas pidiendo justicia. Varios políticos, entre ellos la senadora de California Kamala Harris, se sumaron a los llamamientos para que se realice una investigación.
La muerte de Fuller se produjo diez días después de que, a unos 80 kilómetros de distancia, otro hombre afroestadounidense, Malcolm Harsch, de 38 años, fuera encontrado muerto y colgando de un árbol en la ciudad de Victorville, en California, el 31 de mayo. La familia de Malcolm Harsch afirma que están esperando los resultados del informe de un forense, pero ponen en duda que se haya suicidado.