Foto: cortesía Democracy Now!
En Tanzania, al menos 63 personas han perdido la vida desde que las lluvias torrenciales del fin de semana provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra en dicho país.
El lunes, la presidenta de Tanzania, Samia Suluhu Hassan, regresó de forma anticipada de Dubái, donde participaba de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, denominada COP28, para supervisar la respuesta de su Gobierno a la catástrofe.
Desde octubre, las lluvias fuertes y persistentes que han azotado África Oriental se han cobrado la vida de al menos 350 personas y han obligado a alrededor de un millón de residentes de Etiopía, Kenia, Somalia y Tanzania a abandonar sus hogares.
Oxfam y Amnistía Internacional acusan al Gobierno de los Países Bajos de complicidad en los crímenes de guerra israelíes
Un tribunal de los Países Bajos ha escuchado los alegatos en una demanda que fue interpuesta por organizaciones de defensa de los derechos humanos que busca bloquear la exportación por parte del Gobierno de piezas de aviones de combate F-35 a Israel.

Las organizaciones Oxfam y Amnistía Internacional sostienen que el envío de armamento infringe las obligaciones de los Países Bajos en virtud del derecho internacional de prevenir los crímenes de guerra, y citan las graves y generalizadas violaciones del derecho humanitario que Israel ha cometido en la Franja de Gaza. La abogada de derechos humanos Liesbeth Zegveld, quien es oriunda de los Países Bajos, argumentó el caso.
Liesbeth Zegveld: “El Estado debe detener de inmediato los envíos de piezas de aviones F-35 a Israel. Esa es su obligación en virtud del artículo común 1 de los Convenios de Ginebra; es su obligación en virtud del Tratado sobre el Genocidio, que fue establecido para prevenir el genocidio; y es su obligación en virtud de la ley de exportación. La posición del Estado de que no podemos determinar con seguridad si se están cometiendo crímenes de guerra es una farsa”.
Cabilderos de la industria de los combustibles fósiles asisten a la COP28
Un nuevo informe de la organización Global Carbon Project revela que las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de la industria de los combustibles fósiles se dispararon hasta alcanzar un nuevo récord en 2023, con emisiones de dióxido de carbono que ascienden a casi 41.000 millones de toneladas métricas.
A pesar de las terribles advertencias sobre la rápida aceleración de la crisis generada por el cambio climático, la humanidad ha quemado carbón, petróleo y gas a un ritmo más acelerado en 2023 que en 2022.
Por su parte, un nuevo análisis revela que cerca de 2.500 cabilderos de la industria de los combustibles fósiles han sido acreditados para asistir a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP28 que se está celebrando esta semana en Dubái.

Eso representa casi cuatro veces más cabilderos de la industria que los que asistieron a la COP27, que se celebró el año pasado en la ciudad egipcia de Sharm el-Sheikh. Estas fueron las palabras expresadas por Drue Slatter, miembro del movimiento Pacific Climate Warrior, cuando habló el lunes durante un evento de la COP28.
Drue Slatter: “Podemos lograr la eliminación gradual de la industria de los combustibles fósiles. Podemos lograr un 100% de energía renovable. Podemos lograr un paquete financiero justo y eficiente para llevar a cabo la transición energética en el Pacífico. Sin embargo, la obscena cantidad de grandes empresas contaminantes que están participando en estas negociaciones sobre el cambio climático implican una amenaza para dichos objetivos. En Glasgow, los cabilderos de la industria de los combustibles fósiles superaron doce veces el número de delegados del Pacífico. Si no me equivoco, en 2022, los cabilderos superaron quince veces la cantidad de delegados del Pacífico. Y se espera que este año la cifra sea aún mayor”.