Millones de salvadoreños esperaban con ansias cada domingo para escuchar las enérgicas homilías del entonces arzobispo de San Salvador Monseñor Oscar Romero.
DESDE SUCHITOTO
El asesinato de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, lunes 24 de marzo de 1980.
Por Dr. José Francisco Acosta Arévalo
Se está por conmemorar el 45 aniversario del asesinato de Monseñor Oscar Arnulfo Romero.
Recuerdo aquel fatídico día, como a las 7.00 pm. marzo 24, 1980. Ese día, mientras yo recibía clase de sociología, en el campus universitario de la UCA (Universidad Centroamericana José Simeón Cañas), la compañera estudiante de sociología, de nombre Patricia Cuéllar, llegó muy agitada al aula de clases, y gritó: «han matado a Monseñor Romero».
Ante el grito de Patricia, todos los alumnos y el maestro: padre Segundo Montes, nos quedamos paralizados, y una vez reaccionamos, en cuestión de media hora, todo el campus universitario de la UCA quedó desértico.
¡Es que pasó en El Salvador lo inimaginable!. Un horrible magnicidio se cometió ante los ojos del mundo.

Días antes, habíamos estado almorzando con Monseñor Romero, con motivo de la inauguración de un proyecto de vivienda popular de más de 600 casas, promovidas por la Fundación Salvadoreña de Vivienda Mínima, en la colonia El Pepeto, de Soyapango.
Ante la noticia, tuve una sensación de mucha impotencia. Si matan a un arzobispo, con esa investidura, los demás aquí somos “pollos”, me dije a mi mismo. De hecho, una semana después salí del país hacia México, por un atentado contra mi persona.
Casi nadie habla de el día exacto del inicio de la Guerra Civil en El Salvador; pero si hubiera un día que marcara el inicio de la Guerra Civil, que duró 12 largos años (1980-1992), dijera yo que fue el día de ese disparo certero al corazón del arzobispo Romero [cuando celebraba misa en la capilla del hospital para cancerosos La Divina Providencia], el día lunes 24 de marzo de 1980.