El Dr. Anthony Fauci (izquierda) y Bill Gates. Foto Yahoo.
Por Claudio Álvarez-Dunn *
Bogotá, Colombia, 22 de marzo de 2025.- En una reciente alocución ante los miembros de Awaken America, Robert Kennedy Jr. realizó serias acusaciones sobre el nacimiento de la recordada pandemia de Covid-19 hace cinco años y denunció una alianza entre el millonario Bill Gates y Anthony Fauci, exasesor médico de la Casa Blanca durante la presidencia de Joe Biden, para vender vacunas a todo el mundo.
Según el flamante secretario de Salud y Servicios Humanos de la nueva Administración de Donald Trump, Bill Gates se asoció con el Dr. Fauci para impulsar un movimiento de vacunación mundial, utilizando a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y fondos de USAID para obtener millonarias ganancias, en lo que Gates habría calificado como «la mejor inversión de su vida, con una rentabilidad de 20 a 1».
La investigación se extiende hasta octubre de 2019, cuando Bill Gates, Fauci y la OMS realizaron la primera «simulación» de una pandemia mundial, como un ensayo de lo que vendría después. Kennedy Jr. dice que se hicieron hasta 22 simulaciones con el apoyo de la CIA para convertir al mundo en un estado totalitario. “Tenían miles de personas enroladas para hacer esto, desde policías a estadísticos; con técnicas de control masivo y hasta se programó el distanciamiento social y se estudió cómo cerrar el mundo. El objetivo era tener a la población como rehenes hasta llegar a desarrollar el Síndrome de Estocolmo, que es identificarse con el captor y obedecerle ciegamente, para inducir esa conducta sobre la humanidad”, afirma.
Es más, el sobrino del expresidente John F. Kennedy enlazó la idea de la pandemia al proyecto MK Ultra, un programa de control mental de Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) para experimentación en seres humanos sin su debido consentimiento. Estos prohibidos ensayos secretos con humanos estaban destinados a identificar y desarrollar nuevas sustancias y procedimientos para utilizarlos en interrogatorios y torturas, con el fin de debilitar al individuo y forzarlo a confesar a partir de técnicas de control mental.
“En los años 60 -reveló Kennedy Jr.- se hizo un gran experimento con voluntarios de todas las clases sociales frente a un doctor con su bata blanca, una persona que reflejaba autoridad. El experimento consistía en causar dolor a una persona en la sala continua. Al apretar un botón se causaba dolor y hasta la fingida muerte de un actor en el cuarto de al lado. La mayoría de los participantes apretó el botón hasta el límite, con apoyo del médico en cuestión. La conclusión fue que las personas mantenían la opinión y el respeto a la autoridad, un médico en ese caso”.
Esta habría sido la teoría que se usó de base para difundir la idea del Covid-19, según lo expresó el actual funcionario. “Esos fueron los fundamentos para crear la idea de la pandemia; pusieron actores, supuestas personas respetadas a hablar sobre los riesgos de la enfermedad, pero nunca pudieron demostrar científicamente lo que decían”. En su libro Anthony Fauci Bill Gates Big Pharma, Kennedy Jr. revela toda la jugada de los socios que estuvieron planeando la pandemia por años y previendo los escenarios desde 2001 y así planificaron cómo manejar todo lo que podría presentarse.
No hubo fundamento científico para el distanciamiento social ni las mascarillas; ya que el propio Fauci habría confesado en las audiencias del Senado que todas las medidas fueron inventadas. Según Kennedy Jr. la crisis del Covid-19 fue más que una cuestión de salud pública: fue un juego de control y lucro global. “Fauci me llamó en el año 2000, mientras estaba en su casa de $150 millones dólares en Seattle, desde donde me propuso una alianza para vacunar al mundo”, revela el actual secretario de Salud como parte del inicio del complot.
Cinco años después de la supuesta pandemia hay datos sanitarios alarmantes, con exceso de muertes, daños en el ADN y enfermedades cardíacas relacionados con las vacunas ARNm. Nuevos estudios confirman lo que muchos sospechaban desde hace tiempo: que las vacunas contra el Covid-19 producen miocarditis y no solo afectan el sistema inmunológico, sino que también pueden dañar el cerebro, devastar la salud mental y afectar la reproducción.
La investigadora Deborah Murtagh declaró que una nueva investigación expone la impactante verdad sobre las inyecciones de ARNm usadas para combatir al Covid-19, y las consecuencias se despliegan ante nuestros ojos. “El exceso de muertes sigue siendo alto. Se suponía que la vacuna detendría las muertes. Sin embargo, aún están por encima de los niveles normales. La proteína Spike sigue presente en el cuerpo 709 días después de la inyección y un nuevo estudio demuestra que no desaparecerá pronto, ya que hay un aumento del 4.900 % en la insuficiencia cardíaca”, explica.
Según Murtagh las cifras en aumento de enfermedades en las personas vacunadas son impactantes respecto del 2020, con incremento de accidentes cerebrovasculares isquémicos (+44%), accidentes cerebrovasculares hemorrágicos (+50%), mini accidentes cerebrovasculares (AIT) (+ 67%), miastenia grave (trastorno autoinmune) (+71% ), Alzheimer (+22% ), deterioro cognitivo (+138%), depresión (+68% ), trastornos de ansiedad (+44% ), trastornos del sueño (+93%) y muchísimos casos nuevos de herpes zoster. Todos relacionados con una sola causa: la acumulación de la proteína tóxica Spike en el cerebro. “Esto no es una teoría de la conspiración; son estudios publicados y revisados por expertos líderes que la gran industria farmacéutica no siempre quiere que la población conozca”, dice Murtagh.
¿Cómo fue esto posible? La Dra. Naomi Wolf reveló en un programa de televisión que «Bill Gates invirtió fuertemente en tecnología de ARNm e invirtió millones de dólares en los medios de comunicación para combatir la reticencia a las vacunas». En el programa Conclave de India Today, Wolf afirmó que numerosos medios de EE.UU. y Europa occidental fueron corrompidos por el dinero de la Fundación de Bill Gates para empujar las inyecciones de ARNm. “Se conocen aportes de la Fundación Gates por $55 millones de dólares a la BBC, y a otros tantos medios como el New York Times, National Public Radio (NPR), The Guardian, sin contar con los periódicos financieros, donde estos aportes hacen la diferencia para sobrevivir económicamente”, afirma la médica.
Como parte de la estrategia de control al periodismo, la experta hindú declaró que el modus operandi consistía en que cuando los verdaderos periodistas, los investigadores y muchísimos doctores informados cuestionaban la efectividad de las vacunas, “estos medios de comunicación no los citaban, sino que respondían con comunicados oficiales del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, agencia del gobierno federal) o de la OMS, que repetían que las vacunas eran seguras y efectivas”.
Los confinamientos por el Covid-19 provocaron una enorme transferencia de riqueza de la gente común a las élites globales, pero los grandes medios de comunicación nunca analizaron esto, sino todo lo contrario, repetían sin cesar los estudios de las revistas médicas que apoyaban el uso de las vacunas.
El fraude médico en que se basó la última epidemia podría resumirse en una reciente publicación de la Universidad de Georgetown, donde se denuncia que más de la mitad de las reseñas sobre el Covid-19 hechas por revisores médicos de cuatro importantes revistas médicas, recibieron pagos de fabricantes de drogas y dispositivos médicos por un total de $106.000 millones de dólares ($106 billions) entre 2020 y 2022, según un análisis de la base de datos Open Payments Database.
La verdad será difícil de encontrar y más difícil de digerir. Anthony Fauci recibió un indulto en las últimas horas de la administración de Joe Biden. La decisión del presidente saliente blinda legalmente a Fauci y silencia su papel en la gestión de la pandemia de Covid19, mientras que las estrategias de Bill Gates cada día se hacen más patentes.
El juego de poder está servido. Hace pocas semanas, al día siguiente de la confirmación de Kennedy Jr. como Secretario de Salud y Servicios Humanos, un brote de sarampión fue exageradamente publicitado en los principales medios de EE.UU. Una ola de pánico sacudió a la sociedad, impulsando el miedo, el control y, por supuesto, la agenda de las grandes farmacéuticas. Pero nadie parece cuestionar por qué el sarampión, que hasta hace poco se consideraba una enfermedad infantil leve, ahora se ha convertido en una gran industria que depende de vacunas multimillonarias.
Al respecto, varios analistas han denunciado que numerosos medios de comunicación utilizaron imágenes falsas y retocadas con Photoshop de «pacientes con sarampión». Si la crisis es tan grave, ¿por qué usar fotos falsas?, se cuestionan. Mientras tanto, otros denuncian que más de 600,000 infecciones hospitalarias mataron a 89,000 personas solo el año pasado en EE.UU. y se preguntan: ¿Dónde está la histeria mediática al respecto?
La advertencia es que no se trata solo del sarampión; se trata del miedo. El miedo mantiene a la gente sumisa. El miedo vende vacunas. El miedo distrae al público de lo que realmente está sucediendo y, como hemos visto, hasta puede crear falsas pandemias.
(*El autor es un periodista independiente)
