Por Juan Paullier, Héctor Riazuelo
No pudo ser esta vez. La maldición del Tri seguirá viva, al menos cuatro años más. México estaba a minutos clasificar a cuartos de final del Mundial, algo que no consigue desde 1986. En las últimas cinco Copas del Mundo había caído en octavos de final. Y hoy no fue la excepción.
México fue más durante gran parte del transcurso del partido. El calor, llegó a 39 grados celsius en el Castelao de Fortaleza, parecía que calaba más en los jugadores holandeses, que cedieron el terreno y el balón. México tomó la iniciativa y a los 48’ abrió el marcador con un tanto de Gio Dos Santos, pero a partir de ahí el Tri se fue replegando, no supo controlar el trámite ni cuidar el resultado y Holanda lo aprovechó.
Si no cayó antes el arco mexicano, fue por su portero «Memo» Ochoa, otra vez enorme con un par de paradas fundamentales. Pero al final, cuando ya México se veía en cuartos de final, se veía rompiendo la historia, apareció un zapatazo de Sneijder tras un tiro de esquina. Era el minuto 88’.
Sintió el golpe México y en el minuto 92’ Rafa Márquez tocó levemente a Robben en el área. El 11 voló, fiel a su estilo, y el árbitro portugués Pedro Proenca no dudó: penalti. No fue el penal más evidente, pero en el primer tiempo no le había cobrado uno al mismo jugador. Huntelaar, que sorpresivamente había reemplazado a Van Persie en la segunda mitad, no perdonó. Esta vez San «Memo» no tuvo nada que hacer.
Cayó de pie México, saboreó el triunfo y estuvo demasiado cerca de romper la historia. Premio para Holanda que por tercera vez remontó un marcador adverso en esta Copa del Mundo y que ahora chocará el sábado contra el ganador de Costa Rica – Grecia por un lugar en semifinales.
Fuente: BBC Mundo
