Alternativas para reducir la violencia en América Latina

La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) entregó recientemente sus premios de derechos humanos a organizaciones y personas valientes que se esfuerzan por reducir el crimen y la violencia en América Latina, una de las regiones más violentas del mundo, a menudo exponiéndose a graves riesgos personales.
Helen Mack, con más de 20 años de activismo, recibió el premio por el trabajo que realiza para profesionalizar a la policía y el sistema judicial en Guatemala. El Faro fue honrado por su trabajo en periodismo de investigación que devela la corrupción y el crimen organizado en América Central; y el Centro de Formación y Capacitación para los Procesos de Atención a Situaciones de Sufrimiento Social—CFC PASSOS— fue reconocido por su trabajo para prevenir la violencia en las comunidades más marginalizadas de San Salvador mediante actividades orientadas a jóvenes en situación de riesgo.

Carlos Dada, uno de los fundadores de El Faro, señaló que las redes criminales se aprovechan de las instituciones gubernamentales débiles y corruptas. «La corrupción y el crimen organizado encuentran un terreno fértil en países con instituciones débiles. El periodismo investigativo aborda estos problemas y los expone a los ciudadanos, pero esto es irrelevante si no hay suficiente voluntad política en las autoridades para que estos delitos tengan consecuencias», afirmó.

«La violencia disminuirá si se da una oportunidad de participación activa a la juventud, a las familias y a la comunidad. En los casos en donde los niños, niñas y adolescentes son tomados en cuenta con los proyectos e iniciativas articuladas en red que propendan a la reducción del daño, a la prevención, a la rehabilitación, estos procesos han tenido mejores resultados», aseveró Tránsito Ruano, directora de PASSOS.

“Las personas deben confiar en la policía, y deben saber que las instituciones están de su lado y que no figuran en las nóminas de los delincuentes”, indicó Helen Mack, presidenta de la Fundación Myrna Mack y ex-Comisionada Presidencial para la Reforma de la Policía en Guatemala. Mack enfatizó la necesidad de evitar enfocarse exclusivamente en unidades especiales y arrestos de alto perfil. En lugar de ello, dice que se debe invertir en desarraigar la corrupción y construir fuerzas policiales y sistemas de justicia accesibles, responsables y profesionales.

Los Premios de Derechos Humanos de WOLA de 2012 se enfocan en la necesidad de contar con nuevos enfoques para reducir la violencia en América Latina.

“Estamos inspirados por las iniciativas pioneras de cada uno de nuestros galardonados”, dijo Joy Olson, Directora Ejecutiva de WOLA. “La seguridad ciudadana es un derecho humano fundamental. Los Estados tienen la obligación de desarrollar instituciones fiscalizables que protejan a todos los ciudadanos de la violencia y la delincuencia”, agregó.

En medio de una atmósfera de inseguridad y demandas sociales por resultados inmediatos, muchos gobiernos en América Latina han respondido con políticas de mano dura que favorecen arrestos masivos indiscriminados, otorgamiento de poderes irrestrictos a la policía, sentencias penales severas e incluso el empleo de la fuerza militar para llevar a cabo funciones de patrullaje policial y tareas que deberían ser realizadas por la autoridad civil, indicó WOLA en un comunicado.

Señaló que a menudo estas estrategias son políticamente populares, pero no llegan a contener la violencia y, en cambio, conllevan a la supresión de los derechos ciudadanos, el abuso de poder y la corrupción de las autoridades del gobierno—todo lo cual alimenta el círculo de la violencia.

Artículos Relacionados