La sesión frente a la Iglesia Episcopal Saint John, fue realizada tras violenta represión de manifestantes pacíficos.
El principal oficial del Ejército estadounidense dijo el fin de semana que lamenta haber acompañado al presidente Donald Trump en una sesión fotográfica realizada el 1° de junio, luego de que tropas de la Guardia Nacional y policías antidisturbios lanzaran gases lacrimógenos, balas de goma y granadas aturdidoras para dispersar a manifestantes pacíficos que llevaban a cabo una protesta cerca de la Casa Blanca, a fin de que Trump pudiera posar con una Biblia frente a la Iglesia Episcopal de San Juan.
El general Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto, presentó sus disculpas durante un discurso de graduación previamente grabado para la Universidad de Defensa Nacional.
El general Mark Milley dijo: “No debí haber estado ahí. Mi presencia en ese momento y en ese contexto generó la percepción de que el Ejército se involucra en la política del país. Como oficial del Ejército, cometí un error, a partir del cual he aprendido”.
