
Las autoridades salvadoreñas del Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) no descartan nuevos episodios eruptivos del volcán Chaparrastique, como el que ocurrió el domingo 29 en la mañana.
Por Ramón Jiménez
La amenaza que el volcán Chaparrastique vuelva a hacer erupción de ceniza con azufre como ocurrió el domingo existe todavía y de ser posible hasta con lava, señalaron este miércoles autoridades del Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
Las erupciones pueden darse —ya sea por el cráter principal u otras grietas que se han reabierto— después de la erupción del domingo y que habían permanecido bloqueadas por otras erupciones y derrumbes internos, de igual magnitud o de menor intensidad que la del domingo.
Explicaron que por falta de vientos en la región los gases tóxicos que salen del interior del volcán no están circulando, por lo que recomiendan a las personas que fueron evacuadas desde hace tres días, que se mantengan en sus albergues hasta nuevo aviso, ya que esos gases representan un peligro para la salud.
Después de inspeccionar las áreas que roden el volcán las autoridades reconocieron que no es posible determinar el tiempo que las personas tienen que permanecer en los albergues ubicados en diferentes puntos, pincipalmente en San Miguel, Usulután, San Jorge, Jiquilisco y otras poblaciones.
“No puede determinarse cuánto tiempo tomará para que el volcán retorne a sus niveles normales de vibraciones y cese la expulsión de los mismos”, señalaron.
El ministro del Medio Ambiente, Herman Rosa Chávez, recorrió los albergues este miércoles para explicarle la situación a las familias que guardan refugio en el centro urbano de la ciudad.
El ministro Rosa Chávez reitera que las personas no deben intentar subir al volcán, para evitar afectaciones en la salud, por la gran concentración de dióxido de azufre y además señaló que los gases podrían desplazarse hacia la zona sur del coloso.

El dióxido de azufre irrita los ojos, las vías respiratorias y la garganta; la sobre exposición y el contacto con este componente causan inflamación e irritación en los ojos que provocan ardor, además de dificultades para respirar y sensación de tensión en el pecho.
Este gas es altamente peligroso para las personas con padecimientos asmáticos, y una exposición prolongada a bajos niveles puede representar un peligro para personas con problemas cardíacos o pulmonares previas, según los médicos.