- Agentes federales interceptan a más de 8 mil peruanos en la frontera sur.
Por Roberto J. Bustamante (*)
Nueva York.- Aproximadamente 600 mil inmigrantes peruanos en los Estados Unidos viven en condición de indocumentados y por su misma situación irregular, están en riesgo de ser arrestados y deportados. A esto se añade el éxodo masivo de peruanos por la frontera sur de los Estados Unidos en un momento en que los niveles siguen en aumento.
Las estimaciones de la población indocumentada de peruanos están contenidas en un documento elaborado por el sociólogo Jorge Y. Gonzales-Lara, el cual analiza el reciente flujo de indocumentados peruanos que cruzan por la frontera sur y que, en los últimos seis meses, se ha registrado el arresto de 8 mil 262 peruanos por las patrullas fronterizas.
Dramáticas imágenes de mujeres y niños peruanos interceptados en el cruce de la frontera sur, han sido difundidas por el periódico The New York Post.
“Aproximadamente 600 mil peruanos viven en los Estados Unidos en condición de indocumentados o irregular y están en riesgo latente de ser deportados”, sostuvo el investigador Gonzales-Lara. El panorama migratorio de esta comunidad resultaría en que aproximadamente la mitad de inmigrantes peruanos en Estados Unidos no tiene residencia permanente o condición regular migratoria, según explicó.
“La mayor parte de los inmigrantes peruanos viven en California, Texas, Nueva York y Florida”, explicó el investigador peruano, quien anteriormente se desempeñó como Oficial de Inmigración y Naturalización en CIS/DHS en Nueva York. Actualmente trabaja como consultor de marketing, inmigración y publicista.
“Muchos de los migrantes indocumentados o irregulares son trabajadores, pero no todos ingresan al mercado de trabajo. La gente que migra también es para unirse a miembros de su familia y amigos, que ofrecen un espacio a compartir, lo mismo que el empleo y la vivienda”, señaló Gonzales-Lara.
De inmediato no hubo reacciones de la Cancillería peruana ni de los dos congresistas representantes de los peruanos en el exterior.
De un total de3 millones 241 mil 992 peruanos residentes en el extranjero que representan el 10,1% de la población del Perú, el 30,9 % de los peruanos inmigrantes viven en los Estados Unidos, informó el Instituto Nacional de Estadísticas de Perú (INEI).
“En los últimos 10 años nunca se había visto cifras tan altas de peruanos que cruzan ilegalmente las fronteras”, subrayó González, quien atribuye el fuerte movimiento migratorio hacia los Estados Unidos, a las medidas impuestas por las autoridades como es el Titulo 42. Tras el levantamiento de las restricciones de entrada establecidas por la pandemia del Covid 19. En los próximos días se espera recibir por las fronteras enorme olas de inmigrantes indocumentados, indicó.
«Desde 2016, la inmigración indocumentada ha sido uno de los temas centrales del proceso electoral estadounidense y ha suscitado respuestas apasionadas de todos los sectores del espectro político”, sostuvo el investigador peruano.
El éxodo de miles de inmigrantes se produce por varios factores entre ellos la crisis en la gobernabilidad, la inflación y la recesión que se vive en muchos de los países del tercer mundo.
“En la migración peruana la tendencia es que más mujeres que hombres son las ingresan ilegalmente por las fronteras”, explico el investigador. Las edades de los inmigrantes en olas recientes fluctúan entre 23 a 42 años. Hay gente potencialmente disponible a trabajar.
Cifras elevadas de peruanos arrestados en fronteras
En los últimos seis meses, 8 mil 262 de origen peruano han sido arrestados por los agentes de la oficina de Protección Fronteriza (CPI) al tratar de ingresar ilegalmente en el cruce del Rio Bravo, poniendo sus vidas en peligro.
Esta cifra representa el doble de los peruanos que llegaron por la frontera el año 2021, cuando 3 mil 197 inmigrantes de este mismo país fueron interceptados por los agentes federales.
La inestabilidad política y social en suelo peruano, empuja a los inmigrantes a salir de su país. “Hay un alto nivel de desconfianza con el gobierno, y tanto los padres como los jóvenes ven una incertidumbre sobre lo que les depara el futuro en el Perú”, declaró el líder peruano Andrés Urbano, presidente de la Sociedad Cultural Hispanoamericana en San Antonio, al ser entrevistado por The New York Post.
“Los peruanos están llegando en un momento en que los niveles de inmigración en la frontera sur de los Estados Unidos están en niveles más altos en la historia de las migraciones. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) proyecta que aproximadamente 18 mil inmigrantes indocumentados por día podrían tratar de ingresar ilegalmente a través de la frontera del Rio Bravo. La administración del presidente Biden intenta levantar el Titulo 42, lo que provocaría una avalancha de inmigrantes que podría colapsar nuestras fronteras. La administración Trump invocó una regulación de salud de 1893; popularmente conocida como «Título 42», para autorizar expulsiones de todos los que intentaron cruzar la frontera, y busco evitar el ingreso de indocumentados en medio de una pandemia.

Mafia de traficantes
Para cruzar la frontera los inmigrantes deben pagar por anticipado entre 10 mil 12 mil y 16 mil dólares.” Cada persona recibe un brazalete una vez que cubre sus pagos”, explicó el investigador Gonzales-Lara, al referirse a la existencia de mafias vinculadas al crimen organizado en el tráfico humano.
La frontera sur en los Estados Unidos es una de las entradas más utilizadas por las mafias de traficantes conocidos como “Coyotes”, para el tráfico ilegal de mucha gente que desea ingresar al país. Tres kilómetros separan la carretera principal de la orilla. Es el coyote, el encargado de pasar migrantes de un lado a otro de la frontera.
La inmigración de ilegales es un circuito de engranajes que involucra diversos sujetos. Ofrecen paquetes que incluye transporte en buses. estadías en casas, y hoteles. Y los pagos se realizan vía transferencia a través de conocidas agencias de envió de dinero que operan en Perú y México.
“Este viaje supone para los inmigrantes un giro de 360 grados para el resto de sus vidas. En el lado mexicano lo conocen como Río Bravo, en referencia a las fuertes corrientes que agitan sus aguas, una trampa peligrosa y a veces mortal para las decenas de migrantes indocumentados que cada día se atreven a cruzarlo”.
“Las redes de tráfico se inician desde el país de origen a través de operadores que trabajan para mafias organizadas que operan desde México. Estas mafias de tráfico de ilegales, trafico humanos, drogas y dinero falso. Los traficantes en el Perú usan agencias de viajes de fachadas, operadores en la agencia de pasaportes y tienen operadores alrededor de las embajadas donde captan a sus víctimas”, resalta en el informe elaborado por González.
Perú, camino a la anarquía.
La fuerte crisis económica que golpea a los habitantes peruanos, la imposibilidad de conseguir empleos estables, la inseguridad personal y el aumento de la delincuencia callejera, son algunas razones que los mismos inmigrantes aducen para salir del país a miles de peruanos, la mayor parte jóvenes.
“Perú está descendiendo a la anarquía. A primera vista, el país tiene un gobierno constitucional, pero en realidad es una anarquía. Nadie sabe cómo va a terminar”, dijo Urbano al NY Post.
“Las organizaciones y propuestas de política pública de los peruanos en el exterior no incluyen el serio problema de miles de indocumentados”, preciso Gonzáles-Lara. “Es un segmento de peruanos invisibles y no se quiere tocar este serio problema. El estado tiene la responsabilidad frente a un segmento de la población peruana que ven que su país no puede garantizarle una mejor calidad de vida”.
“No son asilados políticos, pero si asilados económicos que tienen una motivación política en el sentido que el Estado Peruano no les ofrece ninguna seguridad frente al crimen organizado”. argumentó Gonzales-Lara.
“La prevención de la escalada y caótica de los flujos migratorios sólo puede tener éxito a través de acciones y compromisos multilaterales”, hizo notar Gonzales-Lara, haciendo un llamado a las autoridades peruanas a una ronda de reuniones con el Departamento de Estado y funcionarios del DHS.
(*) Roberto J. Bustamante Flores, periodista y científico social.