Aquellas lenguas bestias

Por Odiseo Runa
 
I
 
La lengua verde
Artera
Vino en las armaduras
Aquel hablar violento
Esgrimía la espada
Y tras abrir las carnes
A fuerza de latigazos
Se tornaba“piadosa”
Y se envolvía en la Cruz
Para llevarlos “mansos”
A los ríos de oro.
 
II
 
No interesó a
La Lengua
Aquestas otras lenguas
Hechas de agua y tierra
De quindes y de cerros
Erguidas en nevados
Que brillaban al cielo
Brotadas
De los pechos
Gargantas naturales
De los pueblos ancestros
 
II
 
Aquella aviesa lengua
Aprendió a escurrirse
En el quechua que al aire
Suelta su hablar raspado
Dialoga con los astros
Con la tierra,
El insecto
Que se envuelve en la boa
En la orquídea y el agua
 
IV
 
Como “El Verbo era Dios”
Con esa lengua “sacra”,
mientras santiguó el miedo
sometió a “los herejes”
acuchilló en las Mitas
los hizo defecar
allá entre los telares
que rompían sus pulmones
para enviar los bellos
tejidos que vestían
a la España opulenta.
 
V
 
La Lengua omnipotente
Hizo repiquetear
Sus campanas al viento
Para que estremecidos
De dolor y de miedo
Los pueblos de los soles
Y el mestizo nacido
De la esperma violenta
Del cruce castellano
Con la indígena bella
En la brutal lujuria
Desnaturalizada
Cruenta
Bajaran las cabezas
Y los enriquecieran
 
VI
 
Y también a los negros
Que esclavos y conciertos
a esas haciendas hechas
Con semillas de quindes
Con aguas de la acequia
Brutales Jesuitas
Las tomaron a fuego
Hasta acá llego el negro
La Colonia era entonces
de verdad un infierno
 
VII
 
Aun así no pudo,
Aquella Lengua terca
Encubierta de “bella”:
Detener a las brasas
Que en los pechos crecieron
De los pueblos que al viento
Sus piedras ofrecieron
 
VIII
 
Y fue que allá en los cerros
Disparada en los ecos
De las montañas grescas
Vieron alzarse al bronce
Que incendiaba Logroño
Vieron abrir la boca
Vieron sentarlo al centro
De la plaza entre gritos
de vernáculas lenguas
Y estirando esa Lengua
Ofídica y perversa
Le hicieron beber oro,
Líquido, ebulleciente,
Hirviendo en la garganta
del Señor de Logroño:
el tirano Alderete.
 
IX
 
El poder que engendraba
El Verbo con su Lengua
Dejáronlo en cenizas
Que así es como se cuece
Que a quien oprime
Al pueblo
Hay que darle batalla
Sin una sola queja
Sin un solo lamento
 
X
 
Luego
La Lengua ofídica
Tras de la Independencia
Lograda con los vientos
De los pueblo ardientes
Se encaramó en el lomo
De las tierras y haciendas
Que el criollo tomó
Sin pudor ni vergüenza
 
XI
 
Otra vez tuvo el pobre
Que alzarse hacia los cerros
Amarrarse a los vuelos
De las tierras agrestes
Pues otra vez,
La Lengua
Ordenó que en Berruecos
Desarrajara el crimen
Contra el que libre,
En vuelo,
Echara al español
Armado de los pueblos.
 
XII
 
Esa sangre del héroe
Cubrió aquella miseria
Desde Carondelet
A tal Floreana lengua.
 
XIII
 
Y fue entonces Manuela
León la incendiaria
De rebelde entereza,
La hembra del más fiero
Y alzado Daquilema
Que volvió a embrabucarse
Contra estotra lengua
Que encubierta en La Cruz
En la hostia y el rezo
Instauró en Ecuador
La oscurantía feroz:
Del “Santo
Del Patíbulo”
 
XIV
 
Así también fue Arroyo
Del Río otra Lengua
Que aparentaba ser
Un ferviente patriota
En tanto obtenía el voto
En las urnas “secretas”
Entregaba la Patria
En Río de Janeiro.
 
XV
 
Hasta que en La Gloriosa
Fue echadaa puño limpio
Disparos y patadas
Aquella terca Lengua
Que en la memoria inmensa
Severo guarda el pueblo.
 
XVI
 
Y también fue aquel “dedo”
Extendido,
“esquelético”
Que decía en las tribunas
Dadme un balcón que yo
Embaucaré estos mensos
El que a punta de bala,
Disparó en La Casona
Al bachiller rebelde
Que entregó aquella sangre
Y eliminó el ingreso
A la Universidad
De vivo pensamiento.
 
XVII
 
El ingreso, la traba,
Falaz impedimento
Es el cuchillo fiero
Que al estudiante pobre
Le echan sin recelo
La oligarquía de miedo
Al pensamiento libre
Para cortarle el cuello.
 
XVIII
 
La estulticia heredera de aquellas bestias lenguas
 
Toda esta historia luenga
Que recoge las lenguas
Aviesas y ladinas
Adobadas en miel
Para surtir efecto:
Las hereda esta lengua
Estulticia y malévola.
 
XIX
 
Detrás de aquellos puentes
Vías de cuatro carriles
Se cuece una viciosa
Torcida podredumbre
El más voraz arrase
Que destruye las alas
Estáticas del quinde
 
XX
 
Aquel que agacha el cuello
E inclina la cabeza
Que al chispear su saliva
Ensucia el aire limpio
Cuando repite “Patria”
Cual una sierpe líquida
Y vende los ríos de oro
A los nuevos y viejos
Dioses de la codicia:
Los del “Patio Trasero”
La Dinastía China
Y para refrendar
Que “la Patria” subasta
Repica la Asamblea
Con Reformas Mineras
Pone a callar la prensa
Y aprieta “la Justicia”
Las tres musas de la bestia
 
XXI
 
La represión más sorda
Tras la mampostería
De “obras”
y más “obras”
Sutiles bien urdidas
Ha instaurado la lengua
Para tapar el robo
El asalto
El despojo
 
XXI
 
El soplo
A los oídos
De los jueces serviles:
A quien denuncia el robo
Conspira y a la cárcel
Lo encierran
Pues la Lengua
Le teme a las rebeldes
Lenguas cual fue la presta
Perspicaz y científica
De quien murió en la cárcel
Por lanzar esas piedras
Nuestro giganterecio
Descomunal Espejo
 
XXII
 
O puras cual la Pluma
De Las Catilinarias
Canutero encendido
Verbo que se hizo Rayo
Y cortó en cien destajos
Al que tragaba hostias
Al torcidopoder
Que urdió crimen siniestro
E hizo del cadalso
Sicópata liturgia
 
XXIII
 
De piedras aguerridas
De piedras insolentes
De piedras atrevidas
Contra todo tirano
Está lleno el morral
De esta tierra de arcilla
Que armada con sus piedras
Echó fuera a esos “amos”
De pútridas perfidias
 
XXIV
 
Detrás de su perfume
Y cínica sonrisa
El nuevo atrabiliario
De la Lengua manida
Entrega sin rubor
Sin pizca de vergüenza
Al gringo y al imperio
Dinástico y asiático
El aire y las esbeltas
Montañas que resguardan
Al pájaro fugaz
Al picaflor ingrávido
A pueblos hechos de hojas
De lianas y de rocas
Nacidos en los ríos
En las acequias puras
Do la tilapia agita
Sin pizca de veneno
Las aguas cristalinas
 
XXV
 
Ahora aquí en Palacio
De las odiosas lenguas
Envía para el miedo
Instaurar en su hacienda
La cárcel para el bravo
Luchador que en las calles
y plazas se levanta
contra esta avaricia
que destruirá la roca
la fluida
pisada de aquel tigre
el raspar armadillo
y el vuelo de sutiles
libélulas azules
 
XXVI
 
“terrorista encendido”
“garrotero terrible”
“tirapiedras astuto”
“pelafustán capucha”
“torpe ciego al progreso”
A él
Hay que apresarlo
A callar esa lengua
Si es rebelde y abierta
Clara cual agua fresca
A impedir que su idea
Llegue hasta el aguacero
Que humedece y despierta
A los pueblos del cerro
 
XXVII
 
He aquí que los fuegos
De los perennes vientos
Amanecen de nuevo
La cárcel es trofeo
Para la lengua puerca
Que pretende callarme
Pues yo nunca he robado
Pues yo no soy corrupta
La heroína es altiva
La heroína se encrespa
De furor cuando muestra
Que su prisión es prueba
De humillarla si tiembla
Y entonces acallar
A la tiza incesante
A la garganta fuelle
Que la lengua torcida
Ataca enfurecida
 
XXVIII
 
Y entonces se levanta
Fustiga al miserable
La cárcel es antorcha
De los pueblos sin miedo
No hay signo que demuestre
Que una maestra esbelta
Cuando al niño ella enseña
Se vuelva “terrorista”
 
XXIX
 
Y la lengua se calla
Con temor se retuerce:
“No tiene miedo al miedo”
“es una irreverente”
“es una loca necia”
-le dicen sus bufones-
Y así desvertebrada
Esa lengua-serpiente
“A esperar el momento:
Ya llegará la hora”
Repica con voz sorda
Creyendo que los pueblos
Doblarán su entereza
Con el pasar del tiempo
 
XXX
 
Ya llegara la hora
Repicamos los pueblos
En que tú
Lengua áspid
Igual que tus malévolas
Vilipendiadas lenguas
Les repique la hora
 
XXXII
 
Esta Lengua manida
Hiede a malaire
Apesta
Aunque se limpie el rostro
Y nos parezca “nueva”
Toda una Diva-Lengua
Esa es la misma terca
Que ayer arremetiera
Contra pueblos aspiertos
 
XXXIII
 
Esa es la misma larga
Que defendió
-Arzobispo-
A los latifundistas
Y que ahora al banquero
Al capital fuereño
Le sirve con holgura
Mientras se muestra bestia
Contra los “tira piedras”
 
XXIV
 
De allá desde las piedras
Antiguas y rebeldes
Otras piedras se alzan
Para aplastar la lengua
Que se niega a callar
Y que aún cacarea
 
Fuente: ARGENPRESS CULTURAL

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