
Por Ramón Jiménez
Dos meses después que estallara la crisis de los miles de niños que llegaron solos a la frontera de Estados Unidos desde El Salvador, Guatemala y Honduras muchos de ellos todavía siguen concentrados en centros de detención migratorios, a la espera de que su situación legal sea superada aunque sea de forma transitoria.
Para Francisco Altschul, embajador de ese país ante la Casa Blanca, el negocio de cruzar menores por la frontera es mas rentable para los coyotes que el negocios de las drogas, dijo a titulo personal.
«Es responsabilidad e nosotros buscarle una solución a este problema», dijo Altschul, quien estuvo en fecha reciente en la ciudad de McAllen, donde se acaba de abrir un Consulado General, que es numero 17 de ese país centroamericano en territorio estadounidense.
«Los niños no están en condiciones terribles; mas parece un colegio que un centro de detención. Se ve que los niños están relativamente en buenas condiciones», agrego.
A la reunión que tuvo lugar en la Embajada de El Salvador en Washington asistieron los titulares de las mas grandes agencia comunitarias de la capital estadounidense como María Gómez, presidenta de Mary´s Center; Lori Kaplan, directora ejecutiva del Centro Latinoamericano de la Juventud así como ejecutivos del Centro de Ayuda para Centroamericanos (CARECEN), el Centro Internacional Carlos Rosario, la Iglesia Episcopal y otras importantes organizaciones que trabajan con las comunidades inmigrantes de esta capital.
Los dirigentes de las organizaciones comunitarias y religiosas mas representantes de grupos organizados y funcionarios diplomáticos y consulares están buscando conjuntamente encontrar la manera de agilizar los casos de niños solos -y otros con sus padres- para que puedan salir de los centros de detención y encuentren un sitio que les de la seguridad que necesitan.
