Abel Núñez y Oscar Chacón (der.) fueron dos de los panelistas. Foto Ramón Jiménez.
Por Ramón Jiménez
Dirigentes de organizaciones hispanas que trabajan a nivel nacional y local hicieron un llamado para que el tema de la separación de las familias en la frontera sur de Estados Unidos siempre se mantenga en el tapete de la discusión, para que de esa forma puedan encontrar conjuntamente soluciones que ayuden a detener esa tragedia humana, que se ha disparado bajo la administración Trump.
Bajo esa divisa, los activistas intercambiaron ideas durante un foro de tres horas, que tuvo lugar este miércoles en uno de las salas de conferencia de la Universidad de George Washington, en la capital estadounidense.
El foro se centró en tres premisas: ¿por qué las familias están siendo separadas?, ¿cuál es la causa por la que la gente huye?, ¿qué pueden hacer?
Algo que les preocupa es la próxima crisis humanitaria a la vuelta de la esquina —la separación de niños de sus padres con el Estatus de Proteción Tempral (TPS) a partir de enero de 2019—, que incluye a unas 300 mil personas, en su mayoría salvadoreños, hondureños, haitianos y nicaragüenses.
“Nada es más importante que la familia unida; ya basta con la separación en la frontera. Si los medios de comunicación masiva ya no le dan cobertura al tema, nosotros debemos poner atención”, señaló José Calderón, presidente de la Federación Hispana.
“La pregunta es ¿qué podemos hacer para detener esto? Yo sé que hay personas en este salón que pueden hacer algo para detenerlo; necesitamos no solamente sus voces, sino también sus acciones”, apuntó.
Según Héctor Sánchez, director ejecutivo del Consejo del Trabajo para el Avance de los Latinoamericanos (LCLAA) y presidente de la Agenda Nacional para el Liderazgo Hispano (NHLA) hay sectores en Estados Unidos que se benefician con los 11 millones de indocumentados que viven en este país de oportunidades.
“Hay sistemas que se benefician con este sistema de explotación”, remarcó.
Sánchez reconoció que en los primeros seis años que entró en vigencia el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA), la migración de mexicanos hacia Estados Unidos se duplicó, contrario a lo que se decía, que el tratado iba a crear mayores oportunidades de trabajo para los mexicanos menos favorecidos, que es uno de los motivos de la constante migración hacia territorio estadounidense.
Uno de los cuatro panelistas del foro fue el comunicador salvadoreño Gerardo Sánchez, quien testificó como uno de los miles de afectados que podrían perder todo sino le extienden el TPS después del 9 de septiembre de 2019.
De hecho, ya perdió el derecho a renovar su licencia de manejar en el Distrito de Columbia.
“También puedo perder mi licencia para seguir operando mi pequeño negocio; por medio de nuestros trabajos no solo estamos enriqueciendo la economía de Estados Unidos sino también sosteniendo nuestras familias”, destacó.
La embajadora de El Salvador ante la Casa Blanca, Claudia Canjura, ofreció trabajar de la mano con los dirigentes de organizaciones cuando quieran.
“Podemos trabajar juntos tanto con el tema del TPS como con el de la unidad familiar”, apuntó Canjura.
Basta con la separación de familias, exigen líderes hispanos
