Foto: cortesía Democracy Now!
El presidente Biden pronunció el jueves el discurso sobre el estado de la Unión al tiempo que parece cada vez más probable que vuelva a enfrentarse a Donald Trump en las elecciones de noviembre, en una revancha de las presidenciales de 2020, y en medio de una creciente indignación por parte del pueblo estadounidense por el respaldo de su Gobierno a los ataques de Israel contra la Franja de Gaza.
Biden anunció que planea incrementar los impuestos a los ricos, se comprometió a restablecer el derecho federal al aborto, y mencionó las medidas que ha tomado para aliviar las restricciones y las sanciones federales en relación al consumo y la tenencia de marihuana.
Por otro lado, Biden también se reafirmó en sus esfuerzos para aprobar políticas represivas de control migratorio y fronterizo, y utilizó el término “ilegal” después de que la congresista de extrema derecha Marjorie Taylor Greene hiciera uso de dicho término cuando interrumpió su discurso para hacer referencia a la muerte de una mujer del estado de Georgia, quien presuntamente murió a manos de un inmigrante indocumentado. Biden levantó un prendedor que le entregó Taylor Greene con el nombre de la mujer fallecida.
El presidente también hizo referencia a su edad y dio la bienvenida a Suecia como el miembro más reciente de la OTAN, luego de que, más temprano ese mismo jueves, se formalizara su adhesión a la alianza militar. El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, se sentó junto a Jill Biden como uno de sus invitados. El presidente Biden también anunció la construcción de un nuevo puerto marítimo para enviar ayuda humanitaria a Gaza.
Presidente Joe Biden: “Esta noche, voy a ordenar al Ejército estadounidense que lidere una misión de emergencia para establecer un muelle temporal en el Mediterráneo, en la costa de Gaza, que pueda recibir embarcaciones con grandes cantidades de alimentos, agua, medicinas y refugios temporales”.
Mientras observaban, las legisladoras del sector progresista del Partido Demócrata Cori Bush, Summer Lee, Ilhan Omar y Rashida Tlaib, la única mujer palestino-americana del Congreso, sostenían carteles que decían: “Alto al fuego duradero ahora” y “Dejen de enviar bombas”. Asimismo, Tlaib, Summer y Bush también llevaban puestos pañuelos palestinos. Por otra parte, muchas mujeres demócratas vistieron de blanco en honor a las sufragistas.
Cientos de activistas bloquean las calles de Washington D.C.
Pronunciaron un discurso del pueblo sobre el estado de la Unión pidiendo el fin del genocidio en Gaza.
Previo al discurso del estado de la Unión, cientos de manifestantes bloquearon las calles frente a la Casa Blanca y cerca del Capitolio, lo que hizo que se retrasara el discurso del presidente Biden. Estas fueron las palabras expresadas por el director ejecutivo de la Campaña Estadounidense por los Derechos de los Palestinos, Ahmad Abuznaid, cuando habló desde una de las calles bloqueadas.
Ahmad Abuznaid: “El presidente Biden está hablando de construir un puerto para llevar ayuda humanitaria a Gaza. ¡Pero el método más sencillo es dejar de financiarla la ocupación y el genocidio, y así los palestinos construirán su propio maldito puerto!”.
Un grupo de activistas también pronunció el jueves por la noche su propio discurso del pueblo sobre el estado de la Unión. Estas fueron las palabras expresadas por la directora de Estrategias de la organización Adalah Justice Project, Sumaya Awad.
Sumaya Awad: “Estamos aquí en representación de la mayoría de los estadounidenses, quienes, en los últimos cinco meses, han dejado una y otra vez en claro que exigen un alto el fuego ahora y el fin del envío de armamento a Israel. La mayoría de la gente en este país quiere que el dinero de los contribuyentes se invierta en la vida, no en un genocidio ni tampoco en una guerra”.
Las protestas tuvieron lugar en otras partes del país, incluida la ciudad de Chicago, donde una coalición de activistas llevo a cabo una manifestación a la que denominó “Estado del Genocidio”. Las personas que participaron de la protesta realizaron una vigilia de 24 horas en el Centro Federal de Chicago, donde leyeron en voz alta los nombres de los más de 30.000 palestinos que han muerto a manos de Israel desde el 7 de octubre.
