Bono alimentario en Nicaragua, un programa contra la miseria

Unas 10 mil 600 familias nicaragüenses recibirán en el plazo de tres meses recursos para producir alimentos, mediante un programa contra la miseria y la desnutrición, que el gobierno tipifica como ruptura a recetas neoliberales de antecesoras administraciones.
El Ministerio de Economía Familiar tendrá a su cargo la entrega de los 10 mil 609 Bonos Productivos Alimentarios a igual número de núcleos desde este mes y hasta agosto venidero, confirmó el Consejo de Comunicación y Ciudadanía de la Presidencia.
Fondos del tesoro nacional y financiamientos externos, gestionados por el Estado, amparan la iniciativa que benefició a más de 200 mil hogares en el último sexenio, señalan datos oficiales.
Además de los bienes, el Ejecutivo proporcionará asesoría técnica para crianza de animales y siembras, así como capacitación sobre cooperativismo y otros modelos asociativos, a fin de estimular las capacidades productivas a escala local, indicó la fuente.
Para esta semana está prevista la distribución de tres mil 642 bonos del total anunciado, precisó Rosario Murillo, integrante del gabinete presidencial.
Puesto en práctica por la administración del presidente Daniel Ortega, el plan provee como regla pies de cría (reses, cerdos, aves de corral), alimentos de consumo animal, semillas e insumos para construir corrales.
Según encuestas, el programa Hambre Cero, que incluye el bono productivo alimentario y otros emprendimientos contra la miseria, goza de alta aceptación: un sondeo de la firma M&R Consultores atribuyó 79,4 por ciento de opiniones favorables entre los ciudadanos.
A juicio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), Nicaragua figura entre los pocos Estados que cumplió la meta de reducir a la mitad el número de personas desnutridas antes de 2015.
La Conferencia de la FAO, prevista para fines de este mes en Roma, reconocerá a las 15 naciones con los mayores progresos: Cuba, Armenia, Azerbaiyán, Chile, Fiji, Georgia, Ghana, Guyana, Nicaragua, Perú, Samoa, Santo Tomé y Príncipe, Tailandia, Uruguay, Venezuela y Vietnam, informó.
De acuerdo con la FAO, el índice de personas subnutridas pasó en este territorio centroamericano del 55 por ciento de la población en 1990-1992 al 20 por ciento en 2011-2012.
Mientras la pobreza extrema bajó de 17,2 por ciento a 8,2, según encuesta de institución independiente, financiada por el Banco Mundial para el período 2005-2011.
En contraposición a la lógica neoliberal, opina el gobierno sandinista, el bono productivo alimentario y otros programas sociales en Nicaragua señalan el papel del Estado para asegurar derechos humanos fundamentales, aun en las condiciones de una economía de pequeña escala, con rezagos estructurales y alta dependencia externa como la existente en ese país.
Fuente: Prensa Latina

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